Hay una extraña relación… entre lo que fui contigo…
y toda la abundante inspiración que han generado mis versos,
un nexo difícil de explicar…que ha desafiado al tiempo…
y perdura en la conciencia,
incomprensible de entender…pero revela tu presencia.
De porque pasan estas cosas…
tal vez el cielo tenga respuesta,
quizá en él azulino limbo se guarde alguna razón,
yo solo expongo el motivo de lo compartido…
y puedo dar fe de las consecuencias de tu ausencia…
que han dejado secuelas difíciles de aceptar…tristes de reconocer.
No sé si tú, alguna vez, de casualidad y con frecuencia,
has podido experimentar alguna rara sensación,
esa misma emoción que asalta mi corazón.
Tal vez tú, así como yo,
no has podido olvidar los pormenores de nuestro encuentro,
quiera Dios que sea así,
que tanto tu como yo…nos reconozcamos en alguna instancia,
y volvamos a compartir…en donde prevalezca el sentimiento,
con un divino propósito.
Alguna vez…
encontré una frase muy singular:
“cuando los latidos de mi corazón…presientan los latidos del tuyo…
probablemente, lo más seguro…será porque estoy pensando en ti…
y tú en mí…con igual o mayor intensidad, y de exacta manera”,
pues entonces se cumplirá…un ejercicio elemental de reciprocidad celestial.
Y es así como hoy cumplo mi rutina,
la de expresarte una vez más…el origen de pasión.
Pero el día llegará … en que se note mi ausencia,
y esa fecha se ajustará…al triunfó de tu indiferencia…
que al fin conseguirá…borrarte de mi existencia.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri