martes, 26 de marzo de 2019

ESTÁ LLOVIENDO FUERA.

Está lloviendo fuera,
Esta es una chica de belleza etérea, sentada tras la ventana zurciendo esperanzas.
Esperando a su amado de porte Gallardo y cabellera negra con un beso en pausa,
Está lloviendo afuera, a lo lejos se ven las luces tiernas con velocidad rampante de una negra carreta,
La chica con su beso en pausa se levanta con franca violencia, dispersa en las aguas entre miedo y contenta,
Está lloviendo afuera, se escucha entre el viento la mala noticia, ese silencio sordo que viene con ella,
Un hombre a prisa de negra chaqueta se baja con sucias botas, y el alma mojada,
Saca de entre el alma y su cuerpo un negro bolsillo, un sobre lleno de frío que al tocarlo  quema,
Una lágrima en su larga espera se asoma, la chica de belleza etérea el sobre toma de la mano del hombre de botas sucias y el alma mojada,
Ella regresa tras la ventana, con el sobre sentado  como en sala de espera, sigue ocupada zurciendo esperanzas,
Esperando al hombre Gallardo de noble mirada, y cabellera negra ...



Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

LA LUZ DE LA VELA.

Como guía turístico caminamos juntos hacia un destino
El país cuadrado donde nuestras almas se sentaran
Donde el intento de sellar los acuerdos será el teatro
En un esplendor de movimientos exactos
Y gestos que conducen luz al intento natural de los latidos
Vosotros sentados intercambiamos las expresiones del gusto
Latidos girando atrapándonos en la luz del centro de la comunicación
Lumbrera que salpica siendo traspasada por el viento de nuestra región
Un baile que alumbra estas dos esencias
Mientras contempla los pasos que cogerán en este juego
El olor de la vela acampana los párpados de mi compatriota
La luz teje sombras que acentúa la belleza natural de esta rival
La densidad de los astros trauma la trampa que los dos construyen
La luz de su mirada es la primera táctica hacia mi fortaleza varonil
Trabajando sordamente no oigo las estrategias de mis generales
La líneas de comunicación hacia el frente se están debilitando
La tendencia es atesorar el método que usa hacia mi
La conversación el diálogo de interés es mi disparó hacia sus retina
El puente de madera, en esta humilde noche, se construye calladamente
Los esclavos de amor usan la arquitectura para empezar el ataque de mi ser
La paciencia sólida de mi corazón ganará el día
La de pelo largo impacta mis puertas de hierro
Durmiendo se encuentran los guardias de mi país
Inmóviles sin nutrición de la tierra quedan hechos hielos
El hechizo de la música pasa sobre el barro de mi huesos
El asalto ha comenzado. Perdido en el sueño de la neblina
La flor de la luz que guía la flechas llueven sobre mi carne
Hilo de la intención el instinto de defensa se activa
La existencia provee los refuerzos
Los pasos de la noche son densos
La velocidad de la luz atrapa todo
El perfume arropa los cuerpos
La respiración profunda cumple con el paso final
Labios que causan marea alta
Sonrisa que cae en las arenas del continente
Derribando el castillo dejando desnudo mi corazón.
El Arquero acierta sin dificultad a mi bomba de sangre
La vela se extingue.




Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

OCRES Y ORO.

Ocres y oro en la tarde
tiñen de color la vieja alameda,
que atraviesa un fino hilo de plata
por do fluyen mis penas.
En un viejo olmo canta el ruiseñor
un canto de amor a su compañera,
¡oh grata melodía
que a mi afligido corazón contenta!
Las níveas nubes se visten de grana,
cual las amapolas en primavera,          
purpúreo icor de dioses vertido
en ígneas llamas de célica hoguera.
En fragoso silencio se sumerge
todo lo que me rodea,
tan sólo se oye el sigiloso paso
del amargo caminar de mi pena,
que poco a poco se clava en mi alma
como aguda espina que hiende mis venas.




Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

A LA NOCHE.

¡Oye noche, me estás dejando loco!
Entre tu negrura y la blancura  de mi soledad…
Calcifican mi cordura, la voluntad.
                                             
Tengo pesadillas que luego no recuerdo.
Y si despierto triste, más triste me pongo…
Porque sé de algún modo, que es por soñarla aquí.
Otra vez la melancolía violeta.
Otra vez un perfume ya sin aroma.

Y el cuervo , y el ala derecha del cuervo rota.
Y el mareo, el escalofrío y la sensación de claustrofobia que en las noches me da.

¡Azul y morado! Siempre azul  y morado.
Siempre ayer, siempre antes.

Diamantes de agua, lágrimas de cristal, preludio del orgasmo.
La más agria que dulce melancolía…
Y la tierna  sonrisa mía.
Sonrisa del bravo que reconoce la hermosura del amor  incinerado.

Doce rabiosos perros rojos que siguen el olor a pólvora.
Rastros de lo que dejó esa noche un poeta, y su vida intensa.
Tengo la vista cansada,  soy brizna.
Un cuerpo casi inerte, con una mente  estéril.
Y un estómago que con el tiempo  se comieron los gusanos.

Y ahora que el tiempo con su soplo cada vez más frío  todo me arranca.
Ofrendo, lleno de fe, las cosas que más extraño…
 El ocio adolescente, una tarde calurosa de verano.
La voz, la mirada y la sonrisa de los amigos que sin querer un día perdí y que ya jamás encontré.
El viento de principios de noviembre que nos devuelve intempestivamente, amores ya sin nombre.

La vida es el sueño, tú el velo y la noche…breve cómo yo, se acaba.



                                                        
Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri 

CUANDO NADIE ME VE.

Ahora que nadie me ve
Que el silencio reina mi morada
Es momento de atender
Las inquietudes de mi alma.

Por los más bonitos rincones
Que decoran mis recuerdos
Paseo en busca de cavilaciones
Pensamientos, imágenes, sueños.

En todos sitios estás sentada
Mirándome con esa ternura
Que me dispara tu mirada
Cada vez que voy en tu busca.

Qué no me fallen las fuerzas
Que contigo quiero dormir
Que sea mi último esfuerzo
La palabra más bella para ti.


                                                        
Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

GRACIAS MAESTROS.

La musa clásica es su amante
dice estar muy enamorada
y apenas llega la alborada
le da brillo como diamante
Tiro al perchero mi sombrero
con tachones está la enmienda
y sabiamente recomienda
que debo corregir primero
Es con mayúscula el comienzo
la estética debe ir delante
después de batallar bastante
siempre aclaro mi oscuro lienzo
Sigo siendo fiel aprendiz
de aquel estilo circunspecto
ojalá llegue a ser prospecto
de la poesía matriz...               
Es que no podía olvidar
a quien de maestros es maestro
enseña al zurdo, enseña al diestro
y en cada poema un majar
Vive mil años Maramín
de mano enseñarás con Merche
lleno de sombreros el "perche"
esta historia no tendrá fin...



                                                        
Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

NO QUIERO.

No quiero soltarte todavía,
deja que caiga la noche y que llegue el día.
Deja tus cosas intactas,
quítale la batería a tu reloj
y aléjate de una vez de las maletas.
Me rehúso admitir que esto se acabó,
así como también de acompañante a la puerta
que piensas cruzar con tus pertenencias.
No quiero soltarte todavía
¿No comprendes que te has vuelto agonía?
Ya nada me queda de lo que fue
mas tu recuerdo y lo que pudo ser
¿Eso también te piensas llevar?
Te lo pido, no seas tan egoísta
yo aún no estoy lista.
No quiero soltarte todavía,
si miro al alba y me siento vacía,
sabré que la única razón es tu ausencia
y que no hay otra cosa que yo quiera más
que verte nuevamente regresar.



                                               
Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

ACALLADOS POR LA LEJANÍA.

El milagro del cielo cae,
entre infiernos y demonios,
destinos entrelazados
como pétalos de cerezo
cayendo lentamente en la primavera de tus ojos.
Ahí estaremos, en medio de la dulce púrpura,
cuando la luna ilumina
los destinos marcados en la infinidad de los sueños.
Como aquel hombre enamorado de la luna,
miradas de estrellas destellan en nocturnidad
el comienzo de la belleza entre dos esencias.
Acallados por la lejanía del horizonte,
mientras los pétalos caen y caen,
mis manos acarician esos rasgos,
tus rasgos, los que podrían encantarme,
como el sortilegio de tu ser.
Y aquí estoy, escribiendo desde la lejanía,
somos los que creamos el camino,
tu esperas, yo escribo, el destino une
y las caricias nos acercan,
aunque sombrías noches nos separen.
Por eso, el comienzo nace,
desde el horizonte lejano se acerca,
descubrirte mientras el sol aparece,
en silencio nos reímos en jubilo,
en miradas vemos el cosmos que tanto nos quiso unir.





Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

CARTA.

Nuestra historia se resumió a verte desnuda viendo por la ventana una oscuridad sin fin. Después de hacer el amor.

Nuestra historia se resumió a verte desnuda viendo por la ventana un silencio lleno de deseos fugaces, de amores perdidos y de otros sin encontrar. De estrellas estrelladas contra el vidrio.
Nos encontramos en una multitud de gente para querer desencontrarnos aquí.

Déjame decirte que cuando llueve el cielo me parece más bonito. Y si tú decidieras hacerlo te prometo que no haré ruido, que estarás segura, que no me moveré ni dejaré de mirarte. Te prometo que si te vuelves cielo le harás justicia a los lunares de tu espalda, que desean ser deseados, como las estrellas, tus dedos y tu ombligo. Déjame decirte en mi completa ignorancia, que los brazos de una desconocida pueden ser más abrigo que una caricia amiga. Ponte mi camiseta y échate a llorar, déjame ser el amor de tu vida esta noche, mañana ya veremos.

Hoy, hago el amor con la poesía.




Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

lunes, 25 de marzo de 2019

TODOS LO SABEN.

Todos lo saben, ya no me lo guardo,
saben que mucho te extraño,
algunos lo entenderán,
otros quizás, no, pero sólo tú
no te enterarás que cada día te escribo
sobre nuestras soledades.

En tu mundo del cosmos,
Las ausencias que siente el ser terrenal,
allá arriba nada saben,
formas parte de otra esencia,
y aunque siento la tuya en mi pecho,
''esa otra'' no me alcanza su potencia.

Pero te sigo amando,
dibujo siempre en mi alma tu imagen adorada,
evoco los momentos pasados,
Y ya no me guardo nada.

Todos lo saben, solamente tú, ahora no
te enteras de que seguimos pensando
en ti cada día, quizás más que antes
nos amamos, sobre todo yo,
Que he levantado en mi pecho un altar
Para ti de amor sagrado, y te sigo adorando,
no te ''idealizo'' eras un ser muy amado.

¡Todos amor mío lo saben ... pero tú,
Allá donde estés, que te extraño, no lo sabes...!
Todos lo saben y no me importa que lo
sepan que te amo con el alma de amor completa!




Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

HAY UN IMPOSIBLE Y POSIBLE.

Hay un imposible y posible que una sola persona me dure para toda la vida, suele ser como un ave que emprende el vuelo. Hay personas que pueden amar eternamente. Otros seres humanos pueden soportar todas mis palabras y críticas. Otros pueden amarme con todos mis detalles. También pueden amarme porque traigo una cruz sobre mis hombros: los sucesos de la vida. Ama porque no vive de soledad y belleza.

 Suelo ser como una flor que se abrió y se ha cerrado poco a poco hasta que sus últimos pétalos caen al vacío. Sigo con sed de todo, sigo con sed de besos, sigo con sed de amor, de amor que ya muero por el. Sigo, sigo, esas ganas que la vida me hubiera dado todo de la noche a la mañana en lo material para nunca apartarme de tu lado. Siempre quiero estar ahí pero me es imposible.




Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

TODOS MIS VERSOS CONVERGÍAN EN SUS LABIOS.

Amo cada parte de ella,
Su espalda,
Sus ojos, su risa,
Amé sus llantos,
No por mí sino por sus revoluciones internas.
                             
Tenían ese sabor dulce salado,
Una mezcla entre impotencia,
y fuerzas surgiendo para hacerle frente a la vida,
Y en cada noche,
Ame, amaba y amo,
Cada parte de ella,
Todos mis verbos convergían en sus labios;
En sus piernas,
Tocaba las notas que nos hacían uno,
Como esa guitarra que trova por sí sola,
En las noches de luna.

Y se fue,
Dejando este vacío,
Un vacío que no solo era ella,
Sino que era su ansiedad,
Su amor loco por lo orgánico,
Su manía de cambiarme el azúcar por la miel,
Y ahora que deje el azúcar,
Me hace falta su miel,
Sus besos,
Su sombra,
Me hace falta,
Su sudor mezclándose con mi piel.
Sus gritos sollazando en mi alma.
Y ahora que la amó,
Me queda aullarle a la luna,
A nuestra luna.




Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

UN AMOR.

A ti mi querida Shara por estar ahí siempre a mi lado y hacer de mí un auténtico crossdresser. 


Este tiempo he sido amigo
de un amor que nació
del cariño que es presente,
que acompaña y da calor.
               
La vida es ese sendero
de experiencia y de dolor
a tu lado ha sido bello
por ser tú mi gran amor.

En mi cielo estás presente,
en mi vida has sido tú
quien me entrega día a día
la ternura, la pasión.

De ser uno en esta vida,
de ser uno cada vez
y me entregas en tu ser
en tus besos, tu querer.



Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

¿TE IMAGINAS?

¿Te imaginas? tus ojos y mis ojos
mirándose con mucha  atracción,
llevando nuestro ser a sus antojos
sucumbiendo a su mar de tentación.

¿Te imaginas? tus labios en mis labios
sintiendo el placer en ese momento,
disfrutando en sus mieles y resabios
de sabernos amados por completo.

¿Te imaginas? tus brazos y mis brazos
dibujando caricias de ternura,
gozando del paisaje de sus trazos
con calma, con paciencia y sin premura.

¿Te imaginas? tu cuerpo con mi cuerpo
ardiendo en llamaradas de placer,
sin importar el espacio ni el tiempo
que ha corrido al sentirme tu mujer.

¿TE IMAGINAS...?



Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

DESTINOS DIVERGENTES.

Dónde estás, se preguntan los amantes.
Ambos saben que existen, y se buscan,
aunque no se conocen.
Ambos saben que el tiempo se acaba,
y eso les da fuerzas.
               
Décadas de espera, buscando los caminos
sin encontrar el cometa común de sus destinos.
¿Acaso ya se han visto?
¿Acaso han vivido en épocas distintas?
Terrible  sería…

Una barrera de siglos separaría virtualmente
sus designios.
Pero no todo está perdido:
¡Einstein!  ¡La máquina del tiempo!
¡Encuentro en el pasado!
Nada es imposible para unir dos destinos….

Sí, es cierto, es cosa de películas, realidades imposibles.
Pero así es el amor de los que no encuentran su camino:
Esperar,  siempre esperar…

No matemos la ilusión de los amantes.
Un día tras otro
dos almas gemelas se buscan  en universos paralelos
tras la necesidad deliciosa del encuentro.



Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

¿PARA QUÉ DESPEDIRME?

¿Para qué despedirme?
Si solo fui yo soñando por los dos,
dándole luz y color a mis quimeras,
haciendo del universo nuestro arcoíris.

¿Para qué despedirme?
Si cada semana era yo caminando
por tus nubes queriendo perfumarlas,
bajaba estrellas para para llenar de luz tus pasos.

¿Para qué despedirme?
Si busque refugiarme en ti pero siempre
estuvo la puerta cerrada, jamás me diste
tu mano y aun así, seguí haciendo versos para ti

Sin despedidas…
Este amor me mantuvo totalmente ciega,
compré tus versos que nunca me entregaste,
hasta ahora entiendo que nunca hubo amor. 



Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

SED Y DOLOR.

Terribles escalofríos  recorren en mí, 
mis sospechas han sido esclarecidas
y el dolor de esta agonía me domina.

Quiero morir, quiero partir  mi vida en dos
mi cielo está lleno de nubes, mis esperanzas,
perdidas están cuando en aquel barco
te veo zarpar  y no seré yo tu capitán
estos dolores del alma me hacen llorar.

Te quiero preguntar :
¿Por qué juntos no podemos estar?
Yo solo te quiero amar ,eres y serás mi luz.

Cuando de sed muera,
espero que de alguna manera
tu amor me pueda saciar
pienso en ti al despertar
Todo esto me hace llorar
y te lo aseguro ...
Para siempre te voy a amar




Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

domingo, 24 de marzo de 2019

CAMINOS DE VIDA.

Caminos y más caminos
que a algún lugar nos llevarán
con un hermoso amor
o en completa soledad
lo importante es
de la vida disfrutar
aunque se encuentren piedras
que nos hagan tropezar.

Caminos con espinas
de lágrimas en las mejillas
de sombras y oscuro cielo
donde se pierde el anhelo
o quizás con la esperanza
que en el fondo se guarda
se logre la templanza
y de nuevo el amor arda.

Caminos con luceros
que alumbran el sendero
mostrando el horizonte
con brisa para un remonte
que te suba a las estrellas
y que sientas cosas bellas
sintiendo plena paz
haciendo a el alma vivaz.

Caminos oscuros, caminos claros
es lo que nos da la vida
debemos saber manejarlos
aunque se tengan caídas
pero mejor, si todo camina
y nada se arruina
dejando fluir la vida
y que sea colorida.

Caminos de esperanza
de abrigar el alma
de soñar despiertos
encontrando ese consuelo
que da el amar, que da el cielo
que dan las flores…
Porque sigo
en la vida creyendo.



Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri

miércoles, 20 de marzo de 2019

A QUIEN SEPA TEJER.

Es hora de desalojar a la muerte de mi cuerpo
a través de estas letras
cada una contendrá un pedazo de mi sufrimiento
y es que a veces no puedo con él
te entrego a ti cada ínfima parte de goce
enlazado en estas palabras
letras, marcas
ahora las puedo ver, las puedo sentir
las puedo tocar
salen como sudor
exprimiéndose de mi cuerpo
porque no aguanto más
y debo sacar todo de aquí
y me dirijo a ti          
que me lees
a ti que no te conozco
porque los que están a mi lado
no pueden escuchar más lamentos
entonces no me queda más
que dirigirme a ti desconocido
que compartes mis pasiones más encarnadas
a ti que me escuchas y no sabes quién soy
te entrego, te regalo
mi forma de deshacerme de la muerte
marcando con cada trazo mi existencia en este mundo
poniendo mi palabra no sin implicación
y a ti como mi lector
te hago partícipe de mi vida
de mis sentimientos
de mi locura
por favor no me faltes
que es por ti que yo existo
aunque no te vea ni me veas
aunque no sepas quien soy
ahora eres parte de mi vida
porque te comparto parte de mi muerte
para no morir sola y agonizante
para tejer letras, tejer trazos,
tejer vida y muerte
como derechos y reveces
todo y absolutamente todo es gracias a tí




Autor                           
Antonio Carlos Izaguerri