jueves, 30 de agosto de 2018

TÚ ERES UNA PARTE DE MI.

Tú eres una parte de mí,
se siente en mis letras que cuando
hablan de ti, solo puedo decir
que eres preciosa .

Que mis amaneceres , se alumbran
con tu imagen que me sonríe con dulzura,
abres los labios para decirme eres un bonito amor.

Y mi corazón alimentado de amor,
incorpora mi cuerpo y con entusiasmo,
encauso mi jornada , que no le faltarán
palabras de cariño para ti.

Así corren los minutos,
y las horas se acumulan,
en mi mente sigues presente
con tus amadas flores ,
que en ocasiones me envías.

Haciéndome sentir un galán enamorado,
de tu fina personalidad , que viaja en los
latidos de mi corazón.

Me agradan mis días,
porque disfruto de
tu hermosa compañía.



Autor                                     
Antonio Carlos Izaguerri

VENCER EL MIEDO.

Una noche nublada y sin estrellas
y un silencio enorme en mi desvelo
luciérnagas, con luces que destellan
me causan un enorme desconsuelo.

Cavilando, me quedo en el silencio
cuando el sopor a todos los invade
me hago mil preguntas hasta el cansancio
pero mi subconsciente las evade.

Me apena percibir en mi sentir
la flor de mis ensueños se deshoja
trato evitar mis sueños destruir
por miedo, que me invada la congoja.

¡Al fin! abro las compuertas de mi alma
para dejar fluír todo el torrente
de penas contenidas hechas flamas
que no puedo, evitar que me atormenten.

Siento heridas profundas e imborrables
que a mi amor, convirtieron en despojo
haciendo que me sienta miserable
cubierta, de espinas y de abrojos

Sufrir tanto por amor es nocivo
se mina el alma de dolor y pena
y apartarse a tiempo, es decisivo
antes que se convierta en anatema.



Autor                                     
Antonio Carlos Izaguerri

AMOR QUE COMIENZAS.

Las palomas revolotean los cielos:
es un amor de principio,
un amor que comienza.
Palomas que vuelan alegres,
etéreas como el aroma que perfuma
cuanto abarca el brillo de una sonrisa.
En ese instante,
en ese que el amor comienza,
que despierta a la vida,
dos almas ansiosas y desprevenidas,
ven como se llenan las vasijas del corazón
con un vino tan dulce como la melaza,
el que con un sorbo es capaz de embriagar
la resistencia temerosa de entregarse.
La melodía de uno suspiro se echa a volar
y dos corazones al unísono danzan a compás.

Amor que comienzas,
qué bueno sería, que cada día,
fueras el despertar de un bello sueño,
que esos aromas que desprendes,
nunca se fueran de tus gestos risueños,
y las dudas se disiparán
en el efluvio embriagador que te embarga.

Qué bueno sería, que,
como ambulantes,
embriagados en borrachera de besos,
seducidos por enamorados gestos mudos,
por caricias aterciopeladas
Como el aleteo de palomas enamoradas,
fuéramos a la deriva como dos nómadas:
migrando de aroma en aroma,
de vinos dulces a besos abiertos.
Aparcando los tiempos que fueron,
y obviando los que vengan,
pues, ha de ser, que los que hayan de llegar,
nunca será sino el comienzo,
el principio de los vuelos de palomas
que revolotean los cielos del amor,
de un amor que comienza.

No importará si te paras un solo instante,
-se dijo el apasionado enamorado-
Que, si así fuera, mejor será la brizna
del Azafrán de tu boca posada en mis labios
que la eterna soledad de no conocerte.
Y porque, sentir la brisa que producen
los aleteos de las palomas risueñas,
será suficiente para llenar de aire
mis vacías mañanas dormidas,
esas que antes de que te soñara
estaban tan aletargadas,
y que con solo un instante que detuvieras
tu fantasía repleta de promesas,
serías capaz de alegrar mi triste vida.

Y si has venido para quedarte,
entonces,
alimentaré el amor con granos de amor
convertidos en besos,
y para la sed, te daré a beber el vino
que nos transforme
en perpetuos borrachos apasionados.

Haré que las miradas se empapen de rocío,
y cuando un escalofrío recorra tu cuerpo
con cada suspiro que provoquen mis besos,
será que el silencio lo habremos convertido
en murmullo, el de las palomas en su arrullo.

Autor                                     
Antonio Carlos Izaguerri

TINTA Y SANGRE.

Quiero escribirte una carta, una carta que no entiendas
Tal vez la haga en otro idioma, quizás le ponga fea letra

Y te escribiré cosa que no digo cosas que guarda mi alma,
Y te pondré mis más bajas pasiones
Que de ellas solo sabe la nada.

Te diré que te amo y que el deseo se encarna en ti.
Te pondré que me gusta tu ombligo y más abajo me encanta hay…

Te escribiré con tinta y sangre y en humo lo pondré para que no se entere
Nadie que estoy loco por usted.
Te diré que tengo miedo, miedo de saberte de mí que mi amor se ha vuelto ciego
y que mi aire es para ti.

Que respiro de tu cuerpo, y en tus labios me dormí, que mi amor se pone negro
Y mi alma sabe a ti.
Con tinta y sangre te escribo, y lo que escribo es por ti.


Autor                                     
Antonio Carlos Izaguerri

POESÍA AL ÓLEO.

Se me ocurre mirarte
Con el morbo preciso
Despeinarte lentamente
Tu pelo rojo cobrizo
Tocándote suavemente
Pero solo con los ojos
Que por tanto desvelarme
Ya no son negros, son rojos
Acariciarte con mis pupilas
Encendidas como llamas
Inquietantes solo un poco
Sin moverte de la cama
Con el deseo suficiente
Para dibujar sin prisa
El bosquejo más sensual
De tu perversa sonrisa
Se me ocurre mirarte
Para amarte de nuevo
Se me ocurre hacerte de todo
Pero de nada me atrevo
Y por lo pronto intento tenues
Destellos de versos
Garabatos nerviosos
Tambaleantes, pero honestos
Las sombras en nuestros cuerpos
Descansan aun inquietas
Pero nadie puede verlas
Porque saben ser discretas
Inundados casi en silencio
Camuflados por los muros
De esta blanca habitación
En un tiempo casi mudo
Tú descubierta a contra luz
Yo oculto en claro oscuro
Y a lo lejos se escuchan ecos
De melódicos susurros
Batalla lunar por tus lunares
Seducción de dos amantes
Ficticias gravedades
Coqueteos, disparates
Suaves riñas intermitentes
Que buscan insistentemente
Un resquicio, una oportunidad
Para comenzar nuevamente
Y a lo lejos en la noche
Se oye el bostezo del mundo
Inquebrantable es la paz
Que irradias cada segundo
Sería mentir si no dijera
Que nada es más hechicero
Que la frágil desnudez
Que muestran tus pies ligeros
Asomándose entre las sábanas
Al borde de la cama
Son mi mejor poema
Son mi comedia, mi drama
Se me ocurre respirar tu calma
Cuando aún te cubre la niebla
Besarte el alma
Cuando tus labios aun tiemblan
Se me ocurren tantas cosas
Deleitantemente inciertas
Pero cuando se me ocurren
Es cuando no estás despierta
Se me ocurre soñarte
Mientras tú estás dormida
Y probar de tu cuerpo
Un suspiro de vida
Un paisaje sombrío se posa
En tu espalda color miel
Matices prohibidos invaden
El nocturno lienzo de tu piel
Se me ocurre admirarte
Mientras que el tiempo dura
Y hurgar en tus pechos malva
Y en tus muslos púrpura
Se me ocurre despertarte
Y espero señal alguna
Mientras capturo en tu vientre
El menguante reflejo de la luna
Y así se me ocurre, mirarte
Descubrirte por primera vez
Y que el amor sea el arte
De cada anochecer.



Autor                                     
Antonio Carlos Izaguerri

UNAS VECES SE AMA, OTRAS SE OLVIDA.

Nos despedimos, sin ninguna promesa
Solo una lágrima cayó al decir adiós…
Y ese amor que en su momento fue de dos
Quedó como migas que caen de la mesa.

 A pesar que dijimos adiós para siempre,
Encuentro en mi teléfono una llamada perdida
Y Aunque aún no ha sanado la herida,
Entonces  escribes sin motivo aparente…

Me pregunto, que pasará en tu vida…
Acaso extrañas los momentos compartidos,
Que fueron tan pocos, pero tan vividos,
O quieres volver al punto de partida…

A ese momento de rumbos distintos,
Donde colocamos punto final…
No quise causarte ningún mal
Ni mis afectos respondían a los instintos.

Por qué no te marchas de una vez de mi vida,
Olvida todo aquello que un día pudo ser
Así son las cosas del querer…
Unas veces se ama, otras se olvida…



Autor                                     
Antonio Carlos Izaguerri

lunes, 20 de agosto de 2018

LABIOS ROJOS.

Eres una mujer realizada
Pero muchos años sin amor,
Con la llama de la pasión dormida.

Dices sentirte bien
Pero anhelas despertar en ti
Ese fuego  que arde, que quema,

Eres muy femenina,
Atraes la atención de los hombres,
Despiertas el deseo.

Eres mujer sensual
Que atrae mi mirada,
Despiertas mis ganas
Eleva mi pasión.

Voy a darte mi amor
En la cama o en ese sillón,
Decide tú
Donde quieres
Que te haga el amor.

Supe llegar a ti,
Logré despertar el instinto,
La fiera que habita dentro de tu ser.

Descubrí tu zona sensitiva y sensual,
Tus labios carnosos
Y lo suave de tu piel.

Acariciar tus pies
Es tu debilidad,
Te digo cosas al oído
Y se te eriza la piel.

Tu rostro se sonroja,
Te  palpita el corazón
Y otras cosas más.

El deseo invade tu piel,
Jadeas, un grito reprimido
Escapa de tu ser.

Beso tu cuello,
Acaricio tu espalda,
Vibra tu piel,
Tus senos duros
Hablan por ti.

No sabía de lo que eras capaz
Llevabas un volcán guardado
Deseando explotar.

Cuanta pasión hay en ti.
Llenas, inundas mi piel
Con esa lava que brota de tu interior

Vuelves a vivir,
Gozando como ayer
Como esa gatita en celo
Tendida en la cama
Abandonada al placer.

Mis labios recorren toda tu piel
De los pies a la cabeza
Mi lengua se detiene
Donde tienes miel.

Estas de espalda mostrando
Lo mejor de tu anatomía
No lo pienso dos veces,
Te hago mía.

Allí donde es difícil la entrada
Un grito tuyo
Significa  que ya está abierta la morada
Gimes, balbuceas palabras,
Sólo entiendo que quieres más.

Ahora eres tu quien domina la escena,
Encima de mí cabalgas sin cesar
Siento humedad en mi piel
Son líquidos tuyos
Liberándose de placer

Lo tienes en tus manos
Y juegas con él,
Tus labios no se separan de él
Succionas sin parar
Bebiendo a borbotones
Como si estuvieras muerta de sed
(Como si fuera tu mejor champagne)

Agotados y sudorosos
Así terminamos
Un respiro, un descanso
Para volver todo su estado inicial

Y nos preparamos
Para volver de nuevo
A la carga,
Sé que una vez más, gozaras…





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

NO ME GIGAS TE AMO


No me digas te amo si lastimas,
No me digas te amo cuando ya me dejas sólo,
No me digas te amo cuando solo piensas en tu bienestar y no en el mío,
No me digas te amo cuando dice me falta algo de ti,
No me digas te amo cuando no estás presente, cuando más necesito de ti.  
No me digas te amo cuando sólo te quejas que no soy la persona que necesitas en tu vida,
No me digas te amo cuando solo quieres que guarde silencio.
No digas te amo cuando algo te molesta de mi si no estás segura,
No me digas te amo cuando haces promesas que no vas a cumplir,
No me digas te amo cuando ya has dicho palabras
de las cuales ya no puedes dar vuelta atrás
y cambiar solo te queda Perdonar ...
No me digas te amo cuando no te quieres a ti mismo y aparentas amar a los demás.

A todo esto llegamos a decir
Donde queda el respeto, el amor,
la comprensión que decías tener,
ese fuego que mantenía todo arriba en cada mirada,
cada risa, cada abrazo, cada beso,
todos los detalles que en algún momento tuvimos ...

Las mujeres sois como rosas con cada marca cruzada,
se pierde un pétalo, así es el corazón con cada cicatriz,
una marca que lleva a el desamor.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

MUERO AMOR MÍO.


Mi amor, estoy desdichado,
por la contundencia de tu cabeza
diciéndome que no.
Rechazado, sin aliento.
Ven amor, acércate.
Escucha como cae mi corazón marchitado,
haciendo un estruendo en mi interior,
desapercibido al amor.
Muero amor mío.
Fuiste la primera a quien lo revelé.
Te costó afrontarlo, tartamudeabas.
Pero lo hiciste.
Me quebré hasta que mis pedazos se convirtieron
en ceniza para el olvido.
Volé por todos lados, indireccionado,
inmutado, cabizbajo.
Escuchaba tu nombre hasta en la isla más remota de la galaxia.
¿Qué me pasaba?        
Nada poco común, supongo.
Solo era un humano que amaba y soñaba
con rozar la seda de tus dedos.
Te olvidaré amor, me haces daño.
No soy propio de ti, lo sé.
¡Dios, pero miren que mujer!
como no intentar ser tu esclavo
si me sometes con extrema dulzura.
Nunca había experimentado golpes en verdad deleitables.
Relegaré todo, no te apures.
Tu amor no era lo suficiente ensordecedor como el mío.
Duele, pero lo acepto.
Te extrañaré para las infinitas eternidades.
Esperando quizá, a que con suerte me ames. 





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

sábado, 18 de agosto de 2018

ME ENAMORÉ TAN RÁPIDO ...

Me enamore tan rápido
Que no me di cuenta
Que deje de ser yo
Por querer ser lo que querías
Sin poder detenerme
Me enamore de tu sonrisa
Me cautivo tu mirada
Y fui un idiota tan feliz
Me enamore tan rápido
Que descuide mi corazón
Por la tonta ilusión
De una vida llena de amor
Y el rencor me duele
Al saber que te marchaste
El saber que estuviste y no estas
Y que el tiempo no me dio la razón
Te fuiste sin lágrima alguna
Mientras yo ahogado en recuerdos
Pensaba que me dolía
Pero solo era un idiota ilusionado
Y adiós me dijiste
Que no querías estar con nadie dijiste
Que no me sintiera mal dijiste
Te amo fue lo que dije 



Autor
Antonio Carlos Izaguerri

ANOCHE SOÑÉ CONTIGO.

Anoche soñé contigo ,
que me besabas ,
que me susurrabas tu gran querer ,
el madrugador sol
nos recordó que estábamos en la playa .

Salimos a caminar,
todo estaba en calma,
el mar besaba con suavidad la orilla.
                               
Nos recostamos ,
disfrutando de un murmullo de olas suaves ,
las gaviotas hacían su viaje ,
buscando alimentarse .

Jugamos escribiendo nuestros nombres en la  arena,
y las palabras te amo,
las sonrisas eran frecuentes.

Te dije , te contaré las pecas de la espalda ,
y te daba risa como iba contando , y te decía,
seguiré buscando más pecas , y seguí bajando.

Tus cosquillas se evidenciaron  
y mi curiosidad se prolongó,
luego nos fuimos a la cabaña,
y me dijiste me cambiaré de bañador,
este lo traigo lleno de arena y pasión.

Te cambiaste frente a mí,
te despojaste del  bañador azul
y te pusiste uno blanco.

Mis ojos como buen amante de la belleza ,
expresaban una constante picardía.

Yo aplaudía tu modelar
y tú movías tus caderas con entusiasmo ,
 bueno lo que hicimos después,
tú lo estás imaginando .





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

IDIOMA DEL AMOR.

En el matinal cielo azul celeste
que blancos orbes en la sombras vierte
su albura, y el miedo convierte
en mariposas azulada muerte
en el matinal cielo azul celeste.
Crece en la inmensidad perenne verdor
perla brillante del fresco rocío,
murmullo, música, oda del río
viaja en el viento un suspiro mío
crece en la inmensidad perenne verdor.
En el esplendor del sol en el cenit
magnificencia donde nada escapa,
en aquel dulzor de la vida atrapa,
iridiscente luz derrama, aura,
en el esplendor del sol en el cenit.
Cerca del ocaso color violeta
cierra sus pétalos, la flor reposa,
en los contornos de la blanca rosa
brota la inspiración envuelta en prosa
cerca del ocaso color violeta.
Al anochecer bajo el manto lunar
al silencio, oirás un triste cantar,
cuerdas doradas ocultas en el mar
brillarán tus ojos cúmulo estelar
al anochecer bajo el manto lunar.
En las frescas madrugadas de estío
y un viento toque tu faz peregrino,
te otorgue secretos en pergamino
un jade reflejará tu destino,
en las frescas madrugadas de estío.
Y al pronunciar el idioma del amor
cada paso será un fruto, un color,
entierra los enconos y tu dolor,
en tu alma brotará un gran fulgor
al pronunciar el idioma del amor.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

HECHIZO DE AMOR.

Cuanto más te conozco,
más me desconozco,
no sé qué hiciste,
que todo me moviste.

A lo mejor fue brujería,
o quizás la vida,
debo decir que mentiría,
si digo que no estoy enamorado.

Paso pensando cómo fue que paso,
pero entre más lo hago más caigo,
pues pienso en ti y es hermoso,
mi corazón dejo de ser un vago.

Has tocado cada fibra de mi ser,
cambiaste mi rumbo,
ahora me desconozco, no sé qué hacer,
debo decir que de mi antiguo yo ¡todo acabó!

Vienes hacer derroches de miel,
yo amargo limón, me niego al amor,
fue brujería o el olor de tu piel,
pero lo confieso ¡eres cautivadora! 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

CRECERME EN TUS OJOS.

Crecerme en tus ojos, amor,
en el oleaje sereno de tu palabra
que asiste con armonía
al rumor de abecedarios por descubrir.
Sentir el silencio
desde el horizonte de la noche
encontrar la oportunidad
del alivio de las olas azules
refrescando tu vitalidad
y la vocecíta de tu primavera
llegadora hasta mí
con el aliento suave
de tus palabras algodón.
Tu duermes ahora
sobre la piel de mi pecho.
Tengo en mis manos
la luz de cien estrellas guardada
para cuando despiertes
te acaricie
desde las pestañas a la planta de los dedos.
Azulean tus labios
al sentir las cosquillas del recorrido.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

NOS VAMOS.

No podemos engañarnos,
yo sé que cuando nos miramos,
también sientes lo que yo,
que te alteras cuando te mantengo la mirada.
dígame mi dama, ¿a quién quiere en su cama?,
con quien se acuesta en la mente,
si esa mirada hablara,
dijera: que soy yo el único que está dentro de tu mente,
que eres capaz de todo para tenerme,
ya quieres que llegue el momento
para darme eso que traes ahí,
dímelo ya, vamos aquí, no digas que no,
si sé que cuando me quedo mirando ese cuerpo,
te imaginas que lo recorro por todas sus esquinas,
porque no, "nos vamos",
dejemos que nuestros cuerpos hablen su idioma,
deja que te haga mía,
déjame apagar ese fuego que te tiene alterada,
nadie se va a enterar y vas a ver que te va a encantar,
déjate llevar que esta noche a la luna te quiero llevar.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

PARA UNA MUJER.

"¡Qué cosa más absurda llamarte imposible! Sin necesidad de acuerdo previo, desde siempre coincidimos, primero en enamorarnos fulminantemente y luego en esas menudencias que ensamblan la vida. Coincidimos en política, en religión, en dedicación a nuestra casa y en cuidar uno de otro cuando hemos estado enfermos y… ¡vive Dios que no nos han faltado sustos de salud!. Juntos hemos disfrutado de los pequeños triunfos y juntos, codo con codo, hemos sufrido, padecido y luchado, contra la variada injusticia que nos tocó en el lote” "No hemos sido una idílica pareja de esas que nunca discuten. Hemos discutido, nos hemos enfadado y nos hemos amigado, en fin, lo normal, hemos vivido”.

"Sin embargo ahora estás imposible. Sentadas las grandes bases, sin problemas irresolubles, te veo sonreír y hablar amablemente… pero no conmigo. Mi presencia te agobia, mi ausencia te disgusta. Rechazas mis iniciativas, te niegas a acompañarme (porque no te encuentras bien, me dices) y, a continuación, sí que te encuentras bien para ir a ver a cualquiera que yo no haya mencionado” "Si hay verdura, quieres pasta. Si hay pasta, quieres arroz. Si hay sopa, quieres puré. Si te pregunto qué quieres, contestas que cualquier cosa. Si dispongo “cualquier cosa” apareces con algo nuevo que tú has ido a buscar”.

 "Si hablas con los amigos, no haces de correa de transmisión. Si yo hablo con ellos, te molestas si no comento nada. ¿Te muestras correcto? Sí. Correcto y distante, correcto y despegado. ¿Hablas conmigo? Sí, sin entablar conversación alguna. Si muestro interés por las cosas que tienes que hacer, me contestas con vaguedades o si alguna vez me contestas algo concreto… luego me reprochas que no lleve una memoria exacta de lo que has dicho”.

"Si me acerco a ti, retrocedes porque te parece que te mando o que te fiscalizo. Si procuro mantenerme distante, acaba escapándosete algún suspiro como de pena. Si te pregunto, me contestas algo bien críptico y abstruso, que me suma en la indignación o en la tristeza… No sigo por no convertir esto en una salmodia de insignificancias cansinas, que aburrirían al más pintado. Tiene que bastarte esta muestra para comprender por qué digo que estás imposible”.

"Como triunfante final, has decidido que tenemos que “repensar” nuestra manera de vivir y cuando te contesto que no tengo nada que pensar, que sé muy bien lo que quiero y cómo lo quiero vivir, te empeñas en adjudicarme un no entendimiento que, sencillamente, no existe. Lo mejor de los años es que nos curan de nuestras propias debilidades, así, cuando éramos jóvenes, yo, mujer, era mucho más emotiva y tú, hombre, mucho más cerebral. Ahora, mayores, yo me he curado del romanticismo y tú, con toda tu sapiencia, sientes que se te trastabillan las meninges. ¿Por qué crees que existen esos matrimonios claramente ventajosos para ellas y tremendamente ridículos para ellos? ¿Los de los señores de sesenta con las jovencitas de treinta? Porque las jovencitas de treinta están dispuestas a alcanzar esas ventajas contando a sus talluditos maridos… lo que ellos quieren oír. Me temo que yo no soy Sherezade, sino una mujer real, con las creencias firmes, las torpezas reconocidas y aprecio más el sentido del humor que ese sentido trágico de la vida, muy docto para citarlo, pero plúmbeo para vivirlo”.

"Puedo afrontar un problema, puedo tratar de resolver una situación, pero no sé jugar a este juego escurridizo y tonto que no entiendo, a pesar de que se hayan escrito muchas novelas basadas en esto mismo: la irreconciliable sincronía del amor entre un hombre y una mujer. Las que yo recuerdo estaban escritas por reputados escritores, hombres al fin y al cabo, que arrimaban el ascua a su sardina, creyéndose el colmo de la sabiduría. Yo no quiero ni reconocimiento, ni salir ganando no se qué pelea, prefiero arrimar las sardinas a la plancha común y comérnoslas con ajito y perejil… ¡Mmm, deliciosas!”

¿No te apetecen?" 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

LO QUE SUEÑO DEL AMOR.

Silencios discretos
paz en el interior
amar en lo profundo
sin ninguna confusión.

Una vuelta a la vida
una sonrisa de fervor
almas que se juntan
y lloran por amor.

Sienten la grandeza
de la paz y la razón
al unir sus manos
trasmitiéndose calor.

Calor de alma
y el más puro amor
de luz incandescente
y sabor dulzón.

Mar de dulce
mar de sal
vidas en sintonía
así permanecerán

Aguas cristalinas
espuma de ilusión
música rítmica
baile para los dos

Sueños vivos
esperanzas junto a vos
palabras tiernas
mensajes de amor.

Vidas unificadas
colores e ilusión
intensas miradas
de dos la pasión.

Vuelos sin escala
resistencia en el amor
entrega de aromas pausados
los que dicta el corazón.

Dulce esencia
romance con candor
olas saladas
que acarician con devoción.

Contactos intensos
de entregas sin temor
luna plateada
luz interior.

Flores de guitarra
piano y saxofón
música celestial
entre tú y yo.

Limpieza de alma
miradas de albor
es lo que sueño
del amor.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri