lunes, 29 de junio de 2020

DE LA MUERTE Y LA VIDA.


Del poder,
que corrompe y doblega,
la soberbia,
forjada en materia,
que esclaviza y somete,
que arrebata los sueños
y dominando medra,
en jardines sin vida.
                            
De la euforia,
que alegre se extiende,
cual cizaña que pudre,
la nobleza íntegra.
Desenfreno,
que el criterio hunde,
en la fosa séptica,
donde el amor termina.

De la flor,
que su perfume entrega,
que tan solo,
respeto solicita.
Al griterío,
que al oído aturde,
con ideas baldías.
De la voz,
que en el amor gravita.

De los sueños,
que allá se quedaron,
el poder,
que compró la justicia.
El amor,
que se vio cercenado,
por la vana, fútil avaricia.
Una lágrima,
que así se desliza.

Del dolor,
arraigado en la mente,
mensajero,
que anuncia desdichas,
a la vida,
que vivir reclama,
con pasión, sin prisas,
esos miedos,
que en calma se olvidan.

De la muerte,
que unida a la vida,
al lejano latir de la brisa,
Unos labios,
que al besar palpitan.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

MI MEJOR AMIGO.


Permiso me daré solo por hoy
de no sentirme víctima del mundo
y a quien me haga sentir que soy villano
no le dedicaré un solo segundo.

Me cansé de culpar y ser culpado
ya no quiero vivir de esa manera
y a cualquiera que quiera estar conmigo
le evitaré me enrede en sus problemas.

Mucho tiempo he vivido atormentado
explicando por qué mi proceder,
justificando uno a uno de mis actos
y a cambio solo tuve la altivez.

Viviré sin hacerle daño a nadie
mas cómo he de poder solucionar
que soy mi propia víctima y villano
y que agredo a mi estado emocional.

Ahora sé que soy lo que yo pienso
y al tener pensamientos negativos,
provoco que me paralice el miedo
y me encierro en un triste laberinto.

Por tal solo por hoy voy a pensar
que no existen villanos ni cautivos
y en la mente tendré la libertad
de vivir... ¡Siendo mi mejor amigo!




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

BAJO UN MANTO DE ESTRELLAS.


Un manto de estrellas despliega su encanto
el viento susurra sonidos muy claros
agita las hojas, las ramas del árbol
el fogón encendido a orillas del lago
admira tu gracia como yo lo hago

Se ondulan las aguas en un leve oleaje
que mece la broza, la lleva y la trae
la luna refleja su luz en el lago
y tus ojos pardos, que brillan inmensos
abrigan mis sueños estando a tu lado

Anhelo tus besos te ofrezco mis brazos
mis manos deseosas acarician tu pelo
mientras tu cabeza reposa en mi pecho
mis ojos destellan de amor y ... suspiro
sonrisas del alma que comparto contigo

Tu corazón con el mío, latiendo al unísono
planeando la vida, compartiendo destinos
soñando los hijos que nos prometimos
bajo el manto de estrellas que regalan su brillo
y la luna cómplice, como etéreos testigos.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

TUS MANOS.


Tus manos son una obra
Magistral de ingeniería
Y una flor en tus manos
Jamás se marchitaría

Tus manos pueden  tocar
Al más complejo instrumento
Tocar los que son de cuerda
También los que son de viento

Tus manos al escribir
Transmiten lo que tu enseñas
Y también pueden hablar
Por el lenguaje de señas

Tus manos junto a mi pecho
Son una gran bendición,
Porque vienen a calmar
Mi agitado corazón

Tus manos cuando las toco
Pasan de frio a caliente,
Porque tus manos percibe
Que el amor es para siempre

Tus manos sobre mi piel
Son suaves como algodones
Y cuando tú me acaricias,
Despiertas mis emociones

Tus manos tienen estilo
Para el arte y la pintura,
Con un pincel en tus manos
Puedes pintar mil figuras

Tus manos cuando me vaya
Me darán la despedida,
Pero el día que regrese
Me darán la bienvenida

Tus manos cuando acarician
Son de una fina textura
Y se parecen dos guantes,
De una seda muy pura
Tus manos son atractivas

Y una gran tentación,
Que con solo acariciarlas
Siento una gran emoción
Tus manos son portadoras

 De un gesto muy humano,
 Porque no hay nada puro
 Que un apretón de manos

Tus manos pueden ser blancas
Y las mias de color
En el amor no hay espacio
Para discriminación




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

HOMBRES DE HONOR.


No son tiempos donde se lleve o esté de moda el honor,
pero es cierto que sigue habiendo hombres de honor,
hombres con principios y normas éticas de comportamiento,
personas que por su actitud merecen mi loa y respeto.

Una persona de honor, los demás saben que si es su amigo,
es un fiel y leal compañero, que no le va a decepcionar,
también sus enemigos saben que es un duro escollo,
una dura piedra, que a veces la única opción es la de esquivar.

Una persona de honor es fiel a sus hermanos coetáneos y de sangre,
una persona de honor … huye o rehúye de los conocidos, de los caballos,
de los vasallos de los oportunistas y de los traidores lameculos,
si habla es para decir la verdad, si no la puede decir se calla.

Las personas de honor tienen muy pocos amigos, pero son buenos,
una persona de honor ante las injusticias se indigna, es valiente,
y muchas veces es incomprendido por sus éticos principios,
una persona de honor nunca es canalla con su mujer, la adora.

Yo si tengo que enfrentarme a alguien, como aragonés, como marinero,
prefiero no hacerlo nunca a una persona de honor, porque…,
si tiene honor, si cree en su razón, igual no tengo fuerzas para luchar,
aunque por suerte siempre me he enfrentado a gente sin ningún honor.

Y por penúltimo pero no menos importante, una persona de honor,
nunca olvides, que saca fuerzas, que lucha con su corazón,
que cree en lo que dice, y que si es necesario se sacrifica, se excluye,
porque para él siempre hay ideales por encima de cualquier demoniaca razón.

Ya por último, una persona de honor, no olvides, es un soldado,
si te enfrentas a él, te puedes ver envuelto en un auténtico infierno,
que para ganarle igual tienes que rematarle, ya que no suele rendirse,
ahora, ser amigo de un hombre de honor es un auténtico privilegio.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

CUANDO APARECE LA AURORA.


En esos días al amanecer cuando aparece la aurora,
los pedazos de tu alma se unen junto a los míos
uniendo todo esos días que fueron tiempos perdidos,
cuando decías te amo, sin tú haberlos sentido.

Si en ti fue un tiempo perdido el unir tu amor y el mío,
es porque tu corazón no supo amar junto al mío,
ni en verano, ni en otoño, ni cuando nace el rocío,
ni en esos amaneceres aunque hayas soñado conmigo,
ni hayas guardo el recuerdo de aquel tiempo que se ha ido.

Y ni siquiera al despertar o haber soñado contigo,
quedan en mí los recuerdos, aquellos tuyos y míos,
porque el amor es también como una estrella fugaz,
que puede llegar a ti, pero igualmente se va,
ni que la luna te alumbre, ni que brillen los luceros.

Si tu alma quedó en pedazo por aquel tiempo perdido,
no busques dentro de ti  aquellos momentos idos,
porque de habernos amado con la verdad por delante,
no habría momentos tristes, ni el rocío se habría ido,
y aquellos momentos tuyos que se unían con los míos
volarían por las nubes llenos de aquel amor
que en aquel hermoso tiempo llenaba mi corazón.


Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

AMAR AL BORDE.


No sabe el ruiseñor
de los desdenes,
ni el ágil felino,
del sutil desprecio,
como no sabe el halcón,
quien siendo necio,
con volar soñara,
a cualquier precio.

No sabe del rencor,
la golondrina,
precursora de rosas
y amapolas,
mensajera veloz,
de primavera.
Quien sabe del amor,
si solo mira.

Abierto el corazón,
a la heridas,
a los vaivenes,
de luchas desmedidas.
Quien sabe del dolor,
que va y que viene,
de la falsedad
y la mentira.

No sabe el corazón,
de arena henchido,
en piedra esculpido
y contrahecho,
del auténtico valor,
que ama la vida.
Quien sabe,
si es verdad
o si es mentira.

Extendida la mano,
suave brida,
que levanta barreras,
de odios y de inquinas.
Más extendida,
la mirada del amor,
que lo cautiva.
Extenso salvavidas.

No sabe la razón,
que entre diatribas,
a quien la esgrime acopla,
al dolo y a la insidia.
No sabe la verdad,
de la traición,
que en la razón anida,
tan solo el corazón.

Amar al borde,
del frágil precipicio,
sorteando las trampas,
de cambiantes principios.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

sábado, 27 de junio de 2020

GRITÓ LIBERTAD LA VIDA.


Libertad, gritó la vida,
grito que desde la cuna,
quedará sellada a fuego.
La voz sin freno transita,
reclamando su derecho.
Libertad de pensamiento,
reclama el pensante ser,
a la que se niega el necio.

La libertad en silencio,
forjó cimientos de acero,
para poderla gritar,
allende los cuatro vientos.
La libertad se hace hueco,
en los sinuosos senderos,
donde anida el pensamiento
y va dejando leyendas,
de la verdad de sus credos.

Caminante en soledad,
con su pensar hacia adentro,
volteando las nostalgias,
rememorando los hechos,
acaecidos en la bruma,
de los fragorosos tiempos.
Libera sus ataduras,
de su condición de preso
y caminando sin prisa,
reaviva su pensamiento.

Libertad gritó la hambruna,
en su hambre constreñida,
diezmadas sus facultades,
su necesidad y su vida.
Libertad quiere afligida,
para caminar erguida,
sin frenos ni cortapisas.
La voz libre entre los labios,
como grácil golondrina.

Libre el Universo mira,
bajo su mirada al mundo,
lleno de futilidades,
de banalidad y abusos.
En sus lacrimosos ojos,
soñadores y perpetuos,
henchidos de libertad,
buscan sin pausa destellos,
que reflejen la verdad.

Libertad gritó el amor,
en los vapores del tiempo,
libre en su efluvio buscando,
los corazones sinceros.
Auténtica libertad,
de quienes viven pensando,
que hay algo más allá.
Amores en libertad,
para ser más ser humano.

Libertad gritó la vida,
mirando la realidad.
Al corazón de verdad,
se abrazó la libertad,
como la amistad a la mano.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

MI MUNDO ES ASÍ.


No se han dado cuenta el cielo, quisiera declarar al todo el mundo mis sentimientos, cuando por las noches suspiro se enciende todo mi cuerpo y crece el amor por ella, que al cerrar mis ojos en mis sueños deseo poseerla, es un amor callado que crece por dentro,

No creo que se den cuenta que al mirar sus ojos mi cuerpo tiembla, mi rostro se sonroja donde mi amor despierta aun estando lejos de ella, ella es mi delirio que me desvela,

Es mi cobardía el no salir corriendo a los brazos de ella cruzando todas las fronteras, para estar con ella,

A veces me parece una estrella en medio de la inmensidad, que están bella que sobresale de la demás,

Es mi alma la que solo a ti te sabe amar,

Como deseo esos besos cálidos que saboreo en mis sueños cuando más te deseo,

En mis noches triste y de ciertas en mis locos sueños donde tanto la deseo, que me siento su dueño sin poseerla,

Creo que de su amor disfrutado sin poseerla es tanto que la ciento cada día más cerca y mía amándola en mis sueños cada día,

Por eso permanece en mi alma al inicio y el término del día, y por la noche a mi corazón le engendra calor de amor, que si un día me muero nadie te sacara dentro donde tu perteneces a mi alma corazón y cuerpo.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

AMOR DESMEDIDO.


Amor desmedido …
este que por ti yo siento,
a contraluz sus misterios,
la impronta de tus besos
resurge en el silencio,
infundiendo la fuerza
que reafirma mi aliento.

Amor desmedido …
Incesante, desgarrando lento
las sutiles orillas de la vida,
arcilla moldeada por el caos,
obra magistral de un torbellino
que viste de matices coloridos
la frágil apariencia del destino.

Amor desmedido …
Canto que se escapa del pecho,
inconmensurables emociones
que emergen de las entrañas,
sinfonía de dulces arpegios
que se mueven vigorosamente
en un inefable vaivén amoroso.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

LA BELLEZA DEL AMOR.


Se desprende en racimos dorados
con fulgor de preciosa sonata
y parece trinar de jilgueros
el amor que nos viene del alma.
Con el suave ondular de palmeras
el columpia en el aire sus alas
y nos mece con suaves vaivenes
en estambres de blancas gencianas:
¡Se desprende en racimos dorados
el amor que nos viene del alma!
                                       
En sus notas melódicas lleva
de la aurora sus lindos reflejos
convirtiendo en un céfiro suave,
del amante, sus tiernos anhelos.
Los arrulla con fresca caricia
transformado en ingente lucero
que le ofrece la luz más brillante
que prodiga el magnífico cielo:
En sus notas melódicas lleva
del amante sus tiernos anhelos.

Aprisionan sus suaves cadenas
con la gracia de hermosa atalaya
que despiertan promesas de amores
con repiques de regia alborada,
que la espina la vuelve dulzura
con aromas de rosas tempranas;
y llenando la vida de sueños
con estelas de mágicas flamas
aprisionan sus suaves cadenas
con repiques de regia alborada.

Nada puede igualar sus celajes
con sus rayos de luces tan áulicas
que despliegan ensueño divino
que ilumina con fe la esperanza.
Es Cantar de Cantares que tiene
la llovizna de música sacra,
y por eso les digo inspirado:
¡Nada puede igualar sus celajes
que iluminan con fe la esperanza.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

AMOR QUE SUFRE Y PALPITA.


Entró en el laberinto,
hacia el origen del tiempo.
Ojos cerrados sin luces,
sin rumbo en los recovecos.
En alerta los instintos,
tensos como muelles tensos,
cuando el miedo se hace sabio,
sobrepasando el encierro.

Rencores en el suspiro
y desprecio en el aliento,
carne que tiembla en la cúspide,
del viento de los deseos.
La voz pautada y sin roces,
habla en el valor sin miedo
y los ojos se deslizan,
como gotas de respeto.

En la vorágine nada,
sopla el aire sin talento
y se desbrozan las ganas,
en la prisa de los tiempos.
La voz temprana no llora,
solicita el alimento
y van forjando la historia,
tropezones y reencuentros.

Amor que subyuga y riñe,
con el calor de la brasa,
abriendo sus longas alas,
como embellecidos cisnes.
Amor que sabio se adentra,
en la pasión y en la mente,
abarcando las miserias,
reciclándolas si puede.

Laberinto que se adentra,
cual sinuosa serpiente,
rodeando los espacios,
vacíos que ya no sienten.
Ocupar los intersticios
y llenarlos de simientes.
Bordados sobre la cuna,
de cariño a los nacientes.

Amor que arrebata y mima,
que seduce y arremete
y que anida en cada gesto,
en cada matiz ausente.
Amor de infinitos rasgos,
como infinitas las mentes.
Amor que sufre y palpita,
en el corazón que siente.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

miércoles, 24 de junio de 2020

CANCIONES DEL AYER.


En un resquicio se quedan,
rescoldos de aquel amor,
cenizas que van flotando,
como al viento las pavesas,
de una hoguera de pasión.
Algunas motas regresan,
otras sin ruido se alejan,
en busca de otro rincón.

Sumergido en los secretos,
vive el deseo escondido,
nervioso, ágil y perdido,
entre temores y miedos,
fronteras que van cercando,
los más humildes anhelos.
La voz se esconde en el alma,
como un furtivo viajero.

Vive ensimismado el Hombre,
a su ombligo reducido
y no mirando más lejos,
queda en sí mismo recluido.
La oscuridad se hace dueña,
del talento y los instintos
y mirando de soslayo,
se va acercando el desprecio.

Canciones en el ayer,
frescas de nuevo seducen,
como de recuerdos lucen,
reliquias que hacen crecer.
Retratos malhumorados,
otros vuelven del pasado,
para hacer reverdecer.
Guardados en el arcón,
quedan otros olvidados.

Mientras de rocío se cubren,
las hojas de la ilusión,
brotan del sueño los flecos,
del amor que se alejó.
Aromas que se repiten,
quedan en el aire presos,
como pompas de jabón
reflotando entre los sueños.

Se va diluyendo el hueco,
que en el tiempo se quedó,
en la nostalgia el recuerdo,
convertida en un ciclón,
que desarbola el batel,
que navega entre dos luces,
entre el hoy y el ayer.
Sendas para ir recorriendo.

Trinos que adornan los días,
henchidos de nuevas voces,
musicando la alegría,
retrocediendo en el tiempo.
Estrofas de melodías,
entre la tierra y el cielo.
Son las vidas los acordes,
de un instrumento que grita.

Y así, en completo silencio,
se queda quien solo mira.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri.