lunes, 29 de junio de 2020

HOMBRES DE HONOR.


No son tiempos donde se lleve o esté de moda el honor,
pero es cierto que sigue habiendo hombres de honor,
hombres con principios y normas éticas de comportamiento,
personas que por su actitud merecen mi loa y respeto.

Una persona de honor, los demás saben que si es su amigo,
es un fiel y leal compañero, que no le va a decepcionar,
también sus enemigos saben que es un duro escollo,
una dura piedra, que a veces la única opción es la de esquivar.

Una persona de honor es fiel a sus hermanos coetáneos y de sangre,
una persona de honor … huye o rehúye de los conocidos, de los caballos,
de los vasallos de los oportunistas y de los traidores lameculos,
si habla es para decir la verdad, si no la puede decir se calla.

Las personas de honor tienen muy pocos amigos, pero son buenos,
una persona de honor ante las injusticias se indigna, es valiente,
y muchas veces es incomprendido por sus éticos principios,
una persona de honor nunca es canalla con su mujer, la adora.

Yo si tengo que enfrentarme a alguien, como aragonés, como marinero,
prefiero no hacerlo nunca a una persona de honor, porque…,
si tiene honor, si cree en su razón, igual no tengo fuerzas para luchar,
aunque por suerte siempre me he enfrentado a gente sin ningún honor.

Y por penúltimo pero no menos importante, una persona de honor,
nunca olvides, que saca fuerzas, que lucha con su corazón,
que cree en lo que dice, y que si es necesario se sacrifica, se excluye,
porque para él siempre hay ideales por encima de cualquier demoniaca razón.

Ya por último, una persona de honor, no olvides, es un soldado,
si te enfrentas a él, te puedes ver envuelto en un auténtico infierno,
que para ganarle igual tienes que rematarle, ya que no suele rendirse,
ahora, ser amigo de un hombre de honor es un auténtico privilegio.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

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