jueves, 30 de noviembre de 2017

EL AMOR EN LOS OJOS DE UNA MUJER.

Desvencijado velero
con entrañas pintadas de soledad,
embarcado en la distancia,
lejos de quienes una vez amó,
en un viaje que no parece tener final,
tan solo los luceros le han de guiar,
y su destino ellos han de iluminar.

Así es mi alma,
alma que guardo de la maldad,
errante en un mar desolado,
que grita a los vientos
su cruel, su triste realidad.

Del mar sirena yo soy,
y nunca he podido confiar en los vientos
sola, he zarpado hacia la felicidad,
envuelta en la negrura de mi noche,
noche que no ofrece un atisbo de esperanza,
”aquí el amor no tiene añoranza”.

Grande es la pena de mi turbado corazón,
desde antaño él lleva gran memoria,
del llanto agonizante de mis penurias
y del látigo en mi espalda,
que desde niña
me regaló la anciana soledad.

¿Quién ha de escucharme?
¿Quién ha de robar la oscuridad de mi noche?

El viento apenado dejó de soplar,
el mar subió a mi velero
a presentar su cálida simpatía,
me encontró sentada en una caja de ilusiones,
y con él, tan solo me entregué a llorar.

En la piel de mi desconsuelo,
un raudo alcatraz mañanero
llegó con melodías de amor
y esperanza de puerto en tierra firme,
que con vehemencia hizo palpitar mi corazón.

A un puerto de esperanza llegué
y en mi errático paso a desembarcar,
un extraño me evitó trastabillar,
de la mano me sujetó un desconocido galán
y en su pecho me hizo suspirar,
perdida en el mar azul de sus ojos
me hizo de nuevo soñar,
fuertes corrientes en mi cuerpo hizo pasar,
tiempo y destino dispuestos a conspirar,
en un silencioso momento,
en un precipicio de la vida,
al fin tenía sentido mi respirar.

Y me besaste,
ladrón de besos,
ladrón de corazones,
tú, dulce manjar en mis labios fuiste.
Las gaviotas sonrojadas
voltearon la mirada al cielo,
el sol, como vieja cotilla,
aquello todo observaba en el horizonte,
-“así es el amor en los ojos de una mujer”,
dijeron un par de gatos acurrucados en el muelle,
suspirando por mí,
por mí, para que no le faltara el aliento,
porque sirena en desvencijado velero soy
y llevo mis entrañas pintadas de soledad,
embarcada a la distancia de quienes amo,
en un viaje que parece no tener final.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri.  

domingo, 26 de noviembre de 2017

¿QUÉ TIENES TÚ?

¿Que tienes tú que todo lo haces
bello para mi?
¿Que tiene tu voz que siempre
es un cántico de amor?

¿Que tienen tus ojos
que me enamoran sin sonrojo?
¿Que tienen tus manos
que me acarician con tacto?

¿Que tienes tú que el viento huele a ti?

Solo sé, que a donde estoy sueles venir
en una ola de mar
en una gaviota al volar, en una estrella fugaz
que me muestra tu alma al pasar.

En una flor marchita
que al pensar en ti es la más linda
en el sol muriendo
que con sus rojos dibuja tu rostro.
         
En un espejo viejo
que refleja este amor medio loco
en una gota de agua
que apacigua el antojo, de besar tus labios
con mucho arrojo.

Te encuentro en la simplicidad
de una hoja al caer, del agua al correr
en el complejo vuelo de un colibrí
en la pequeña sonrisa de un bebe feliz

¿Qué tienes tú
que estás aquí, que estás allá
haciendo bello cualquier lugar
para darme felicidad?




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

LAS COSAS QUE MÁS VALEN.

Las cosas que más valen
son las que menos cuestan
pero si cuestan algo es trabajo
el trabajo dignifica al hombre
lo hace más hombre, mas bueno y más sabio...

Sueña el pájaro con volar
ese que en la jaula está prisionero
no sabe que su muerte es la libertad
pero la busca con esmero...

Hay quien escribe por escribir
yo escribo con el corazón
lanzo al viento mi canción
y eso me ayuda a vivir...

Caminé por esta vida
siempre hambriento
de la fe y la palabra
con la esperanza por sustento...

Donde nace una gran mentira
crece una gran verdad
bendito el hombre que suspira
luchando por su libertad...

Yo te lo voy a decir cantando
que a mí me suena más bonito
te lo voy a decir cantando
por pasodoble, sevillanas o fandango
que en esta tierra hay salero
para decirte a ti serrana
lo mucho que yo te quiero

y te lo voy a decir cantando
que eres para mí, matita de romero
del rosal de mi querer
la rosa que yo prefiero
a quien siempre adoraré
y te lo voy a decir cantando...

Y vi volar la inspiración esta mañana
y le pregunté ¿Dónde vas?
me contestó ¡Por ahí!
tú no me das comida ni cama
¿Dónde voy a vivir?
¿Quién me besará?
¿Qué soy yo para ti?...
Le contesté con desgana
ella es la que me hace sufrir...

Poeta que muere en el olvido
o en las hojas de una libreta
solo, sin amigos
un largo paseo en bicicleta
y a caminar que ya es hora
sin bastón y sin muletas
agrio el semblante
la mirada baja y quieta...

Dale alas y volará
como vuela la gaviota
buscando la libertad
aunque tenga un ala rota...

El poeta fracasado
de tanto lidiar con la pluma
de ella me he enamorado...

Lo que Dios me da a entender
eso es lo que yo escribo
soy la pluma en Su Mano
llevo la esperanza como abrigo...





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri  

SÓLO LUJURIA Y PASIÓN.

El sabor de tu lujuria me enamoró
de tu boca y tus ganas la pasión sentí,
tatuado dejaste su sexo en mi sexo
en tu centro; mi mejor verso escribí.

No permitiré que el dolor, nuble mis días
fuiste fuente de inspiración mil noches,
te recordaré sin amor…sin reproches
sin olvidar que tu cuerpo fue mi poesía.

Que recorriste el mío con lujuria y pasión
En aquellas noches de deseos y placer,
grabé tu cuerpo desnudo en mis ansias
Y el mío quedará grabado... en tu piel.

Miraré la pintura que adorna mi pared
elegantemente vestido solo de tu piel,
puedo ver y disfrutar tu figura y tu pecho,
Provocándome un rico y desenfrenado placer.

Lo que tú y yo vivimos; lo recordarás
Y no creas que te pienso con amor,
mi corazón no se acuerda de ti,
solo el gozo que dejaste en mí.

Aun siento tu voz alterando mi mente
dibujando fantasías de un gran pintor,
provocando grandes ansias de tenerte
como en aquellas noches; de lujuria y pasión.

Aunque quieras, nunca olvidarás
tu cuerpo y el mío entregados al placer,
no importa con quien te encuentres
Sentirás mi alma unida a tu ser.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri  

EL AMOR NO SE TERMINA.

El amor no se termina, dijo el sabio
que con el corazón en la mano 
y su voz desgarrada, agonizaba
lentamente en la barca que abordaba.

¡MALDITA SEA!
El amor no se termina, suena cruel
Dicen los amantes solitarios
que han amado solo una vez
y se despojan de la vida
porque ¿Qué es la vida sin amor?

¡EL AMOR NO SE TERMINA!
Y es decreto celestial
porque si Dios lleva siglos amándonos
¿Porque yo te dejare de amar?
Si aún de mi cuerpo muerto
mi alma mudará a una luz
que te seguirá todas las noches
hasta en tus sueños de arcabuz.

¡EL AMOR NO SE TERMINA!
porque el amor se puede desquebrajar
pero nunca terminar y el que diga lo
contrario es un cuerpo sin vida,
porque mientras unos mueren por amor,
otros viven con dolor. 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

QUIERO QUE VENGAS MUJER.

Quiero que vengas mujer así de sencilla como una rosa,
que tengo en mi jardín que brota su pétalo en la mañana
y se esconde al mediodía
como quisiera que llegues tú en la mañana,
me des tu gran amor y te puedas ir
después que el sol esté en el centro de la tierra dando calor,
que dichoso seria mujer la que este conmigo,
le escribiera un poema dedicado con su nombre,
y sería ella mi eterna inspiración de amor hasta en mi corazón.

Ven mujer de largos misterios
paséate sin miedo por mis laderas
siente el aire que corre por mis suelos
deja que me anegue en la profundidad
del marrón incendiario de tus ojos.

Quiero que vengas mujer
A entregarme una razón,
Real justificación
Del porqué de nacer;
Tanto te podré querer
Que te daré el corazón,
Y serás gran obsesión,
Dulce dueña de mi ser;
Serás faro de ternura,
Un dulce Edén para mí;
La celestial aventura
De mi loco frenesí;
Tuya será mi locura:
Y tú serás para mí…

Ella se sentó en la orilla del río,
mojó su mata de pelo negro
mientras que el agua le servía de espejo.
Ella soñaba con la primavera
y en su sueño veía un pedacito de cielo
donde bordaba sus sueños de libertad.

Quiero que vengas mujer.
con otro rostro otra mirada diferente.
Para no recordarte
pero tú a mi sí

Quiero que vengas ¡Oh Mujer!
para tenerte en mis brazos
y entregarte mi alma entera
aunque la partas a pedazos...
Quiero que vengas… Mujer,
para llenarte de besos,
para amarte en exceso
de noche hasta el amanecer..
Quiero que vengas mujer,
porque eres parte de mi vida
porque te amo con tanto amor..
!QUE NO LO LOGRO ENTENDER!

Con esa flor en la boca
con esos bellos penachos,
con brazos extendidos,
con calor y no con frío,
quiero que vengas mujer...
y hagas lo que quieras conmigo.

QUIERO QUE VENGAS HACIA MI MUJER,
CON TUS BRAZOS EXTENDIDOS,
CON TU ANDAR PAUSADO Y CADENCIOSO,
CON TU SONRISA DULCE Y TU MIRAR DE FUEGO,
PARA QUEMAR EN MI ALMA LAS PENAS QUE ME ACUCIAN,
PARA HACERME LA VIDA MAS BELLA Y PLACENTERA,
PARA CONQUISTAR MI AMOR.-

Quiero que vengas a mí
y juntar mi ser con tu boca.
Quiero besarte dulcemente,
tenerte ida, volverte loca.
Quiero tenerte junto a mi lecho
en esta noche de dulce ensueño.
Ámame este anochecer, mi amor,
quiero besar tu pecho.

Los días eran grises cubiertos de bruma
las aves no cantaban ni volaban,
sentían que de plomo eran sus plumas.
De mi jardín las flores dormían el sueño eterno,
pero del cielo tu canto empezó a descender
se pintó de colores lo que fuera un triste yermo
y le diste luz a mi vida y alegría a mi ser
por eso mi corazón implora QUIERO QUE VENGAS MUJER.

Quiero que vengas mujer
y empezar un nuevo sueño
rodeado de tu dulzura,
rodeado de tu amor,
rodeado de tu magia!
quiero crear un nuevo mundo
solo contigo,
en donde las palabras...
nuestras palabras!
valgan más que las acciones,
en donde podamos confiar
uno del otro sin dudas ni temores
quiero que vengas mujer
y me devuelvas la sonrisa
que perdí en otra flor...
QUIERO QUE VENGAS MUJER!

Quiero que vengas
A mi terruño
Mujer
Para comer comida caliente y que no se me queme el paladar.

Quiero que regreses a mí mujer,
fuiste mi amiga, mi esperanza,
porque tú mujer fuiste mi madre.
Deseo en el alma que tornes a mí.

con la ansiedad de una avecilla
que aguarda en el nido
como espera el creyente a su mesías
como el reo su libertad ansia
así te espero mujer de noche y día
si para darme tu amor nunca fue tarde
te quiero ver en mis sueños
amada madre.

quiero que vuelvas mujer
sois aurora de mis días
sin ti no hay alegrías
tu te las llevaste ayer
tu ausencia es mi padecer
sin tu estar solo agonías
siento ya no hay alegrías
muerto e al no poderte ver
vuelve mujer eres mi vida
déjame vivir ven conmigo
mi existencia está perdida
si no regresas ve al osario
mi osamenta hablara contigo
mientras suene el campanario.





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri.  

sábado, 25 de noviembre de 2017

LUCEROS AL VIENTO.

Fue un centenario árbol,
en medio de la nada,
quien se transformó en mi todo,
cuando escribí en él,
una promesa de amor eterno,
que juraron tu nombre y el mío.

Había olvidado todas las penas,
que grabó el tiempo
en los días de mi infancia,
con la severidad de duro inquisidor.

Había llenado mi corazón
con anhelos renovados,
anhelos que eran de ti y para ti.

Había dejado a nuestros labios
tejer un lienzo de pasión,
dulce sabor en nuestras bocas
como un manjar al paladar
y con el ardor de nuestra juventud
nos enredamos en el calor
que sumaron nuestros cuerpos,
pero, te fuiste.

Sentado en mi sencilla silla,
por incontables tardes de verano,
deshojando sus brisas
y recolectando luceros,
uno por cada noche que no estabas
aquí, hoy, conmigo.

Así estaba yo,
contando mis tristezas al ocaso,
ocaso que se dignó en escuchar,
así estaba yo,
recolectando luceros de arrayán,
por si algún día regresabas.

Mis lágrimas errantes
mojaban los recuerdos
que atesoraba en el pecho,
camino hecho con aguas de tristeza,
donde se bañaba uno que otro ruiseñor
y fue lluvia en cielo de verano.

Viento con aires de cotilla,
del oeste llegaste muy agotado,
-”¿qué esperas, tú, hombre de alma vieja?”,
dijo, preparando su dardo venenoso,
-”Le espero a él, a mi amor del bosque”,
con voz tejida de esperanzas le dije
y con una sonrisa burlesca entre dientes, me dijo:
-”ay querido,
guarda tus luceros para quien los merezca”.

Enrollé la noche
en mis manos manchadas de desamor,
con el corazón temblando de frío,
tomé todos los luceros que guardé para ti
y los lancé al viento,
rogándoles en un lavajo de lágrimas,
que iluminasen mi camino,
que me lleven a un amor infinito,
tan perenne,
como el centenario árbol
en medio de la nada,
que un día acogió nuestros nombres
en una calurosa tarde de verano.





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri.  

viernes, 24 de noviembre de 2017

DISIMULANDO LO QUE SIENTO.

Simulo estar despierto
y sólo estoy soñando,
de mis sueños bebiendo,
con los deseos jugando,
mientras voy preparando
cómo la vida enfrento.

Simulo estar hablando
y solo estoy oyendo,
como sopla el viento,
un perro ladrando,
un árbol cayendo
mientras voy marchando

Simulo estar escribiendo
y solo estoy mirando,
la lluvia danzando,
la nieve blanqueando,
las aves volando
y tus ojos leyendo.

Simulo estar riendo
y por dentro llorando,
las penas ganando,
la tristeza subiendo,
mi alma rogando
por no quedar en silencio.

Simulo estar oyendo
y sólo estoy pensando,
la vida aguantando,
los errores asumiendo,
lo malo corrigiendo

cuando vaya andando.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri.  

ELLA.

¿Ella quién es?
Ella es mi muerte más hermosa
Quien se ha robado mis madrugadas...
y sobre todo la paz de mi corazón.

Ella es mi cárcel,
La vida y poesía
En cual yo estoy preso...
Ella es ella,
La noche y el día

Ella es el capricho que mis sentimientos
No deja cesar... mi gran amor,
La ilusión que no conoce la realidad 
Sólo a ella... llamada libertad. 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

EL MAR EN TUS OJOS.

Estar contigo frente a frente
Me lleva a verme mentalmente
Sumergido en el celeste mar,
De tus ojos sin saber nadar
Y sentir de tus labios el sabor
Salobre de sus aguas en el beso
Intenso que me das.
La caricia suave y el dulce embeleso
Que altera mi sangre en las venas
Como el roce de sus olas en la arena.
Tengo miedo a las aguas profundas,
Como me aterra saber que las ondas
Malas puedan un día llevarte
Cual mar que se aleja el trece de un martes
Que trae el almanaque con su historia maldita.
Dame la esperanza como agua bendita,
Que serás mía mientras  palpite tu corazón,

Esa y no otra  será siempre mi ilusión.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

QUE MUERAN MIS PENAS.

Mujer infinita de encantos
y que ocultas tristezas,
déjame beber de tus manos tu agua fresca
arrúllame en tu regazo
como a un niño que aún sueña.

Permíteme besar tus labios
para quitarme este tormento
que llevo prendido en el alma
por mal de amores y penas.

Contigo mujer, que mis sueños despiertas,
quiero ver nacer el sol
y que mueran mis tristezas,
déjame mostrarte esa realidad que nos espera.

Mujer, rosa tierna, encanto de mis besos,
la que hace realidad mis quimeras,
llévame contigo al despertar de ese cielo
que veo en tus ojos cada vez que te tengo cerca.

Mujer de fuego y entereza, de fuerza grande
la que borra mis flaquezas,
tú que estás a mi derecha,
abriendo caminos para que este amor no muera.

Consiente que te ame y te adore,
como a la más bella princesa,
darte este corazón que muere de pena...
Amarte será lo mejor que la vida me entrega.

Mujer de mis anhelos
otórgame tus manos
para estar siempre en tu acera
y unir nuestros sueños

para tener una vida plena. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

jueves, 23 de noviembre de 2017

APASIONADOS.

Si ya déjame tomarte
y dar rienda a la lujuria
déjame amarte con furia
como a una fiera domarte.
Recorrer de sur a norte
saborear de este a oeste
tiernamente aunque me cueste
a tu cuerpo reconforte.
Enlazando nuestras piernas
en sábanas enredados
amando desenfrenados
entre mil caricias tiernas.
Quiero sentir los espasmos
de tu cuerpo enloquecido
mientras por mí es poseído
provocando tus orgasmos.
Déjame explorar tu rivera
y en tu bahía adentrarme
en tus mieles ahogarme
saciar la sed que yo tuviera.
Y si acaso yo me muero
por quedarme sin aliento
de tu boca dame el viento
de la vida que yo quiero.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

YA AMANECIÓ, Y SUEÑA...

Ya amaneció y sueña
mi corazón enamorado
te miro y me miras
sé que estás a mi lado

y respiro el aire que tu respiras
la mano en el pecho
los jardines y barbechos
por donde el amor camina

en esta mañana, que es divina
pongo dos rosas en el lecho
tu mirada y la mía
clavadas en el techo

y a caminar yo te convido
ese día a día, de calor o de frío
con la mano extendida
en el infinito camino

paso a paso, vamos a hacer
una vereda de amor
que se pierda en la colina
y a la sombra de la encina

pararnos a beber, el agua
que tú me des, ríos de cristal
donde navegan, mis barcos de papel
caminos del ancho mar

tierna, sencilla y santa
es la palabra de amor, en mi garganta
hambre de amor
que el sentir aguanta

ay, esos sueños que navegan
por la playa en que caminamos
como dos palomas de la mano
y que en la espuma se entregan

ay, amor que no llegas tarde
y que en la esquiníta te espero
como un alegre bandolero
tu mirada de sentimiento arde

y quisiera ser carcelero
para encerrar tu corazón
en esta mi humilde prisión
donde siempre te espero

ya amaneció y tu mirada
se funde en la almohada
de tantos y tantos recuerdos
de cosas añoradas

y a caminar yo te convido
por este camino azul
de los sueños que son mis amigos
y con amor yo te lo digo

te ayudaré a caminar
y si caes, caeré contigo
pero el amor todo lo puede
nos levantaremos unidos

caminos dulces de miel y paz
colmena de lo divino
te ayudaré a caminar
por la senda del olvido

ay,  de esa fuente que nunca se seca
que es la fuente de tu boca
donde me incliné a beber
y de amor me volví loca

tanto quiero decirte
que no tengo palabras
ni sitio donde escribirte
cada renglón es una nota

ay, el mar de tu pelo
ay, el mar de tu boca
ay, el mar de ese cielo
donde sueñan las gaviotas

te quiero, no sé si se nota
mantas de terciopelo
para sembrar ilusiones
en los jardines de tu boca

a veces discutimos
otras veces nos besamos
pero al final nos reímos
por eso nos escribimos

y aquí junto publicamos
todo lo que sentimos
cogidos de la mano
andamos este camino

yo soy aroma del campo
tu mi poeta peregrino
tú de negro , yo de blanco
en la poesía nos fundimos

y escribimos a nuestra manera
lo poco que sabemos
eso sí, uno del otro aprendemos
a caminar por la era

de la palva que extendemos
sacamos el trigo y el centeno
y hasta la paja guardamos
en el corazón como heno

hoy estamos aquí de fiesta
volvemos con ustedes
a rebobinar sueños e ideas
si lo permiten sus mercedes

no les canso más
mañana aquí estaremos
con el permiso de Dios
escribimos lo que podemos

guarden sus aplausos
que es algarabía
que se tiene que secar la ropa
que lleva tiempo tendía...




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri  

ME GUSTA CUANDO...

Me gusta cuando acercas
tu rostro hacia mi rostro
con tu mano en el suave rubor de tu mejilla
pensativo, mirándome con esos negros ojos
que me invitan a abrir
otro mundo en mi orilla.
También disfruto al ver,
cuando sobre el cuaderno
que llevas siempre a mano,
anotas cuidadoso las veces que te beso
y yo calladamente te observo y aquilato
la forma que tu tienes de contar nuestros sueños.
Entonces yo me dejo
llevar de tu presencia
a los rincones donde tu luz siempre me guía
y me quedo esperando
que en cada despedida
al regresar tu estampa se me alargue la vida...
Para amarte más tiempo
para amarte profundo
y disfrutar  tus rosas
de amores embebidas.
Para amarte más tiempo
para amarte profundo
para vivir contigo
el resto de mis días.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri  

DE REPENTE AMANECE.

En un salón de estar, se despertó
y amaneció la soledad lunar, en el anochecer.
Con las cortinas, ventanas y persianas abiertas,
y el verano, prácticamente en vísperas de comenzar,
destacando por el calendario,
junto con sus ardientes sofocos preparados.
Los vientos crearon chispas entre sus abrazos,
al penetrar en el habitáculo,
relajando el ambiente.
El sonido del murmullo de los transeúntes,
así como el ruido, de los motores de los vehículos,
daba luz, movimiento y vida,
a la estancia sin molestar.
El crepúsculo estelado desde,
su negra prisión en los cielos,
palpitando blancas las luces,
en la noche, que acompaña a la pareja.
Siendo como cualesquiera, que en la vida,
siembren sangre y recojan hijos llenos de vida.
Mientras un búho, ulula cerca,
con su tenue canción, contemplando la madrugada,
desde una rama fina y flexible,
en un robusto árbol, libre de ser preso.
Paulatinamente en crecimiento desde sus adentros,
hacia arriba y abajo, y expandiéndose lentamente
por el cielo y la tierra.
Y súbitamente en un solo instante,
todo se detiene,
y vuelve a amanecer. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri