miércoles, 18 de enero de 2023

SENTIDOS PROFUNDOS.

Unas décimas livianas

escribirlas siempre puedo

pero cuando salgo al ruedo

se convierten en mis dianas.

Busco blanco con la lianas

que me llevan a lugares,

dónde escriben los cantares

en la paz y la armonía,

muerte y vida en poesía

de las almas de mis pares...

 

Con sus artes que en debates

siguen siendo el gran sentido

y en la vida lo vivido

por palabras en combates.

Herodes mandó a pilates

a lavar todas sus partes,

que si debes te repartes

entre aquellos fariseos,

que nos darán coliseos

y templos como estandartes

 

Lo profundo esta proscrito

el sentir es limitado

como moda del pecado

que jamás fue algún delito.

No me creo ningún mito

ni predico en el desierto,

solo di con el acierto

de mostrarme algo mayor,

fue así que encontré el amor

y de un cuantoai me ha cubierto.

 

Improvisar como pocos

problema nunca será

aunque sé no faltará

quién me ubique  con los locos.

El llanto sudor y mocos

se juntan con la emoción,

cuando fluye mi pasión

desde muy dentro hacia fuera,

por ser  mi alma que quisiera

tocar algún corazón.

 

Razones plasmar yo quiero

en palabras con el don

y la música del son

del sentir más verdadero.

Del cielo ser un lucero

yo jamás pretendo ser,

yo solo quiero querer

a quién le canta a la paz,

al grande que fue capaz

de mi vida renacer...

 

Es la piel un sentimiento

y la mano más amiga

es el verso que persiga

en su camino hasta el viento.

Si es la risa sufrimiento

simplemente será vida,

la que siempre es bienvenida

en escenas y lectura,

como trama de futura

alegría sorprendida.

 

Omitir nunca podré

ni mi amor ni algunos sueños

que por grandes o pequeños

en mis versos plasmaré.

Yo sé bien que llegaré

donde muchos no han llegado,

no me pille confesado

el orgullo de vivir,

que es mi honor al escribir

y pecar de enamorado...

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri. 

NEGATIVAS IMPORTANTES.

No me urjas el pensamiento

que mi cerebro ya está viejo,

alguno de mis hemisferios

ya está buscando cementerio…

 

No apresures a mi cuerpo

puede romperse algún hueso,

él tiene su propia velocidad

ya sea en agua o en cemento…

 

No me apures el orgasmo

que tu centro no es mi mano,

ni me apures con la muerte

cuando aún puedes conocerme…

 

No me exijas más talento

que se atrofia mi cerebro,

las ideas se me extravían

entre tantos recovecos…

 

No me digas que soy Quijote

ni me digas que soy brillante,

la verdad que ambos sabemos

que estoy caro pa! Rocinantes…

 

No me digas que aún soy joven

sí por las arrugas me desconocen,

ni que la juventud va en el corazón

cuando todos miran el caparazón…

 

No me digas que soy sensual

cuando mi apariencia es clara,

sé que mi cabeza desde atrás

parece una calva franciscana…

 

No me pidas más que al cura

sí de pastor no tengo vocación,

ni me culpes si las ovejas

esperan de mí la redención…

 

No me insistas en ser poeta

por el hecho de saber escribir,

cuando son mis sentimientos

los que siempre luchan por salir…

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri. 

viernes, 13 de enero de 2023

SEMBRASTE UNA ILUSIÓN QUE HA FLOREADO.

Sembraste una ilusión que ha floreado,

en mi corazón echó raíces

y se nutre de mis palpitaciones,

la necesidad que es impasible me activaste

y debo buscarte todas las mañanas,

aquí a mi lado escuchando el trinar de aves…

y también la sed de beber de tus labios.

 

Tu semblante de luminosidad

laceró mi piel con las pasiones

que con ficción se presentan en mi corazón.

 

Alimentaste nuevamente las esperanzas

para alcanzar la claridad del cielo,

y avivaste al volcán de mis entrañas,

me indujiste amor y delirio,

y me provocaste cúmulos de sueños.

 

Ahora arranca todo eso de mi ser,

y lleva contigo a mis conmociones,

borra de mi alma todo el pasado,

y desvanece a todos mis antojos

hasta donde nunca yo vuelva a advertirlos

o viajemos juntos con el viento

hacia paraísos con cielos que estén provistos de novedad.

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri. 

FALSA AMISTAD.

En mi vida, valiosas amigas he tenido  y tengo.

Ellas han dado y dan a mi corazón gran aprecio.

La amistad no es comprada ni vendida. Lo sostengo.

Por eso no he pagado por ella ningún precio.

 

Tú crees que a tu lado siempre hay una hormiga,

a la que avistas como un ser pueril y pequeño.

Sin pensar nada tu vanidad ágilmente la fumiga.

Haces de ese propio interés tu único empeño.

 

No importa si tu mente sufre hostil confusión.

Ni si eres enemiga de amar con justa devoción.

Sabes bien que ese proceder a otros indispone.

 

Y yo viéndote gobernada por  inicua condición,

esa que alimentas con vanidad, basura y traición…

Yo, altruista y devota,  ruego a Dios te perdone.

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri. 

FLOTANDO ENTRE LA NADA.

Me he quedado huérfano de ideas

me he quedado hueco de palabras

helado como el soplo de la muerte

vacío como una ampolla vieja.

 

Duermo despierto y dormido me encabrito,

abro los ojos y floto entre la nada,

quiero dormir pero el sueño no acude,

quiero vivir pero me faltan fuerzas.

 

Soy como un bote bogando a la deriva,

una cometa que rompió sus hilos,

un manantial que mana barro y piedras,

una carrera al borde del abismo.

 

He de volver a recobrar la vida,

a retomar la luz de la esperanza,

a levantarme del lecho putrefacto,

en que me sume el hastío y la nostalgia.

 

He de extender las alas nuevamente

y levantarme volando hacia el futuro

recuperar la pasión que me animaba

volver a ser ese yo que siempre he sido

cantar, bailar, escribir, gozar de nuevo

salir del pozo tétrico y oscuro

en que me he sumergido sin saberlo,

recuperar la energía y  el orgullo.

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri. 

martes, 10 de enero de 2023

FRAGMENTOS PERDIDOS.

Se entreteje el silencio

En mis manos vacías

El recuerdo de aquel beso

De nuestra historia inconclusa.

          

Se vuelve olvido

El espacio vacío

Aquel latido perdido

En el tiempo tardío.

 

Y me vuelvo la nada

En un triste suspiro

Al borde de mis labios

El cielo cayendo.

 

Se detienen mis latidos

Intentando encontrarte

En el eco de mi alma

Mis brazos a la deriva.

 

Se vuelve ocaso

Cada aliento

En tu ausencia

Mi corazón quebrantado.

 

Un poema no escrito

Intentando besarte

Entre la aridez

De tanta locura.

 

Daría todo lo que fuimos

Por un instante contigo

Por mirarme en tus ojos

Antes de cerrar los míos.

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri. 

HÁBLAME.

Eres tan perfecto, Moisés,

eres tan inmenso en tus formas,

en lo que expresan tus expresiones,

el contorneado exacto de tus músculos,

la tensión que de la emoción

en las palabras proviene, de tus doce tablas...

 

Eres tan perfecto, Moisés,

que si hablaras serías el Dios mismo,

ese que dicen que estuvo en la tierra

allá por los principios de los tiempos,

que se hizo seguir por unos hombres

que fundaron en su nombre una teología

inédita, un paréntesis religioso

al margen de los márgenes.

 

Te miro —ahora, que te doy por concluido—

y siento que de un momento a otro

vas a prorrumpir recitando los diez mandamientos.

Te miro y... no sé como expresar

lo que siento, es un orgullo de hacedor,

es sorprenderme de mí mismo,

de cómo Dios mismo me posee

para conducir mis manos hasta tanta exactitud,

tanta realidad, tanta que temo que te levantes

de tu cátedra de un momento a otro y te vayas.

Te vayas a las tierras del Sinaí y asistir de nuevo

al prodigio de la zarza ardiente, a la llamada

de Javé al monte para recoger las leyes, las doce...

Contéstame a mis ruegos Moisés, te lo suplico

por lo que más quieras, dame el gusto

de oír tu voz y morir en ese instante, exhausto.

Dámelo, hazte carne, dime, pronúnciame.

Te tengo que dejar.

Debo descansar para recuperar las fuerzas

que preciso para venir y verte de nuevo,

y con suerte asistir al milagro que deseo.

Ahora, en el lecho, apoyando potente

las mejillas contra mi almohada rezaré,

y me postularé con todo mi ser a aquello

que Dios me ordene a cambio.

Te dejo para hablar con Dios y pedírselo,

aunque tenga que vender mi alma

al diablo como ya hizo ese Fausto

del que tanto se pregona en los mentideros.

Te dejo ya, no insisto, que los párpados

se me bajan como persianas sin cordel.

Adiós, hasta mañana. Descansa.

 

P.D. Cuando Miguel Ángel volvió la espalda

Moisés, seguro de que no era visto, se levantó,

y susurrando, para que no alcanzara sus oídos,

pronunció una aleya del Corán.

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri

ASÍ COMO CUANDO APRENDES ...

Así por donde la cordura se conjuga con los acordes de tus laberintos,

me pierdo y aprendo a amarte, con la música de tu intensa armonía,

y lo sabes, aunque no puedas comprender este nuevo idioma,

aunque el silencio cuele los implícitos,

no hace falta lo dicen tus ojos que rompen en un aluvión mi cuerpo,

así como cuando das un paso y sabes que no es una vuelta de página,

aunque el misterio avale tu máscara,

yo te leo amor mío desde la distancia.

 

A veces siento el murmullo del silencio,

entiendo los espacios y un idioma que creo,

es tu amor el que me llena de pensamientos.

Sé que me lees, y sabes que te extraño,

que tu inspiración me vuelve inmortal.

Adoro esos espacios, donde puedo

penetrar con cada acorde de una música

que sueño bailar contigo,

y la distancia no sea sólo

un mito inalcanzable

y que pueda plasmar en tus labios

todo ese silencio implícito lleno de amor.

 

Así como cuando aprendes a vivir como hombre

sabemos que el tiempo nos muestra su sendero,

donde el corazón palpita como la misma Tierra

para mostrarnos que esta existencia es efímera.

 

Así, como cuando aprendes

que el sufrimiento de amor

es el corazón quien recibe las heridas,

es el alma que hace de ellas un arte que convierte en letras,

apaciguando el dolor en el dulce arrullo de música y armonía.

Tienes razón amor mío,

pero no somos tan distantes

cada vez que te acercas

logro sentir a tu corazón,

y ya no es

una vuelta de página.

 

Estamos y aprendes a vibrar en una danza inconmensurable,

las palabras sorprenden,

el sol quema hasta las astas más distantes

y tú desde la orilla

Aprendes a conocer lo que encierra el caparazón de una mujer que a veces,

y solo a veces desvela el misterio de los posibles puentes cercanos,

las huellas de un itinerario intermitente con una rima que se hace continua,

y decide ser poema para gestar el aura de aquellas instancias que nos unen.

 

Te espiaba leyendo tus versos cargados de amor,

tal vez aprendía de vos, como espiar culpas y dolores,

hasta tal vez dejando que mi alma también aprenda.

Quién diría que esos puentes

tenían la misma dirección que mi existencia,

que pueda verte allí donde te inspiras,

en ese bello paisaje

donde mi sueño se despojó de todo mal,

y donde mi inspiración vuelve a verte.

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri