jueves, 30 de abril de 2020

SENSACIONES.

La luz está ahí
aunque no puedas verla.
suelta todo lo que sabes,
vacía tus preguntas
hasta quedar totalmente
limpio y despejado por dentro.
Escucha la vida
que te rodea y responde
sin palabras,
palabras mudas
que enseñan mucho.
Abre tu corazón,
que el conocimiento
te inunde totalmente.
Y vive esa inmensa explosión,
aceptando tu fusión con el cosmos.
Entrégate.
Permite que tus moléculas
estallen en mil pedazos
y se extiendan
a través del universo,
coloreando los espacios
y transmitiendo su verdad.

Sí, puedes pensar aún,
y seguir creyendo
que esto es una locura.
Pero, ¿quién se atreve
a decir a ciencia cierta,
que la verdadera libertad
no está más allá
de ese límite
al que llamamos cordura?
Vuelves a tu esquema,
al paradigma rígido y frío
que lucha por mantenerse,
que se resiste más y más
para no perder su estructura.
Nada tiene sentido.
Puedes encontrar
razones a millares
en este profundo océano
de mentes pensantes.
El camino del corazón
no busca esas razones,
esos por qué, esas excusas.
Se basta con sentir,
saber su coherencia,
alinear su mundo interno
con las formas hacia fuera.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

AÚN SIENTO.

Aún siento el temblor de la emoción,
cuando veo tu rostro en una foto,
aún siento que el amor me vibra dentro
cuando evoco tus ojos.

Tu arrogante figura, la llevo impregnada
como suave aroma entre los pliegues del alma,
aún siento la emoción cuando te nombro,
pero me he vuelto algo huraña y solitaria,
no deseo ver ni hablar con nadie, solo quiero recordarte.

He colgado amor mío, un pedazo de esperanza
en la punta de una estrella, para que cuando la veas
la acunes en tu regazo, y me la devuelvas por duplicado,
porque sin ti, pierdo ilusiones, y solo tengo deseos,
sueños que en el valle del silencio se pierden.

Aún tengo el dolor muy intenso, por eso lo saco en verso,
el tiempo pasa, pero no cura nada, necesito tu presencia
para que se suavice esta dura condena, porque amor de mis entrañas
te aseguro que me he vuelto una ermitaña, que solo desea
contactar con tu alma.
               




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

ES VERANO.

Es verano. los días amanecen más temprano,
y las mañanas ya no son tan frías.
El sol parece alegrarse.
se ha despojado de su vestido de nubes,
y la brisa cómo que se alegra junto con él.

Es verano, las avecillas lo saben
y como que vuelan contentas por el cielo azul.
hasta los arboles estrenan gozosos su hojas nuevas,
y las mariposas vuelven a revolotear felices por el vergel.
las flores, en un gesto de gratitud,
rinden sus delicados colores y aromas,
y el cándido ángel estival, contento bate sus alas.

Es verano. la vida vuelve a vivir
después de un intenso invierno gris.
la calidez del sol hace propicio
el ambiente para escribir.
Es verano, todo se vuelve alboroto y alegría,
y el susurro del Austro se lleva
el ultimo eco mudo primaveral. todo es gozo y paz.






Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

ODA MI POESÍA.

Si tan solo fuese poeta
te regalaría versos
tantos como sienta
dulces como besos.

Si tan solo fuese un poeta
serías inspiración infinita
para mi legítima poesía,
serías la esencia oculta
de mi júbilo y exulta
para redimir mi alegría.

Y si fueses poesía querida
serías un soneto al amor
o un himno a la belleza.
Si fueses poesía, la vida
sería todo simpleza
y tú la maravilla en su interior

Y si fuésemos poesía
desearía ser tu rima,
desearía tu alegría
O la vida misma.

Poesía eres tú cada día,
siendo la perfección misma.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

SÓLO.

En el día y en la noche
en la luz y en la oscuridad
aun estando en medio de la gente

Sólo, sólo es como me encuentro siempre
Porque no se controlar mis emociones
Porque no sé decir te quiero
Y en cambio prefiero alejarme.

Porque siempre lastimo a quienes amo
Porque de alguna forma soy de lo peor
Porque no se ni siguiera si soy feliz
Porque no comprendo a nadie.

Sólo, sólo es como estoy
Porque decir te quiero es complicado
Porque un abrazo no se regala
Porque siempre doy lo peor de mí.

Porque doy mucho por a la gente equivocada
Porque no hago nada por quien debería
Porque todos creen que soy solo acero
Y porque al final es mi destino.

Sólo, sólo me siento siempre
Aun en medio de un millón
Siempre estará la soledad en mi interior.

Quizá suene egoísta
Pero es lo que soy
No soy el mejor ser humano
Para todos termino siendo lo peor.

Vivir es un regalo
Pero la soledad es mala
Me ha dejado adolorida
Y no sé cómo salir de ella.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

MERMELADA DE AYER.


Ya probaste en otros tiempos
La mermelada que fluía,
Con la cual hiciste panales,
Que saciaron tus placeres.
Ahora piensas qué fácil es
Volverlo llevar a tu boca
Pero te digo lo siento,
Ya no soy segunda cosa.
                        
Sobre la mesa está echado,
Adornado con frutas tropicales,
De un tronco grande, robusto,
Creció hasta hacerse grande.
Las resinas que tus dedos,
Tocaron y con él jugaron ...
Pertenece a otra persona,
Ella será mañana mi esposa.

Mermemelas que bañaron,
Tus sueños de mujer ardiente,
Ya no apagan tu sed ferviente,
Se ha vuelto una utopía.
Te meces sola en cama,
Soñando con tu amor antaño,
Tu noche huele a peligro,
Pero no es más que un delirio.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

TEMPESTADES A AMOR.


Una luz irradió sus verdes ojos
esa tarde tan llena de arreboles;
destilando pasión, igual que soles
alumbraban con rayos infrarrojos.

Nos juramos, poniéndonos de hinojos,
a la par de preciosos girasoles;
que mi amor y su amor serían faroles
en los días nublados y de enojos.

Mas llegaron los vientos inclementes
que azotaron la bella fantasía,
y la fuerza brutal de sus corrientes.

marchitó la esperanza que nacía;
de vivir los momentos más fulgentes
entre versos que el alma cantaría.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

PARA EL QUE NO LEE POESÍA.


Escribo porque las letras
son lava de mis adentros.
Escribo por ser poeta.
Escribo porque lo siento.
No escribo porque me lean,
ni escribo por ser atento.
Sé que a muchos no interesa
lo que piense o lo que cuento.

Escribo para mí mismo
y por sentirme ligero.
Escribo para estar vivo.
Escribo mis pensamientos.
Por ser notable no escribo,
ni gasto fuerzas ni aliento,
el mundo no guarda sitio
para poetas ingenuos.

Escribo por las mañanas,
paso la noche escribiendo.
Escribo para aprender
secretos del sentimiento.
No escribo porque el extraño
pretenda verme contento,
lo hago porque mis ansias
corre por vena en veneno.

En mis poemas escribo
sin dirección ni secreto
porque mis letras dibujan
horizonte en movimiento,
parecen olas del mar
sobre las rocas rompiendo,
parecen las carcajadas
lanzadas al firmamento.

Escribo para que entiendan
que no todo son tormentos,
que existe vida en la rima,
que hay amor en el recuento.
Escribo para acercar
el mundo de los afectos
que aparecen en doloras,
en romances o en sonetos.

Escribo para que olviden
el temor a los misterios
que te llevan a viajar
de la mano de mis versos.
No escribo para doler,
ni escribo en desasosiego,
escribo para poder
abrir ventanas al cielo.

Mi mano lleva en alforjas
el agua para el sediento,
la luz para el taciturno
y para el pobre el anhelo.
También ofrezco ilusión
a quien no tiene deseos
y al enamorado amor
en simulado pañuelo.

Para ti que estás lejano
de los líricos momentos,
¿por qué no dejas llevarte
de mi mano a su encuentro?
¿por qué no peregrinar
allende de tu aislamiento,
a la creación de nubes
con forma de sentimientos?

Descubrirás sensaciones
profundas en el silencio,
caminarás por lugares
enfrentado al desaliento,
abrirás tu corazón
a la calidez del viento,
sentirás cuando me leas
lo mismo que ahora siento.






Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

RUMOR DEL VIENTO.


Allí reina ella
en su mundo ficticio
el cual nunca conocerá,
allí está su todo
sus ilusiones y felicidad,
que nadie le lleve la contraria
pues se enfadará,
hay un planeta de colores
donde predomina el blanco,
de pureza como su alma
y el verde de esperanza
que a su lado siempre van,
los dos se juntan en ese horizonte
al que mira sin cesar,
un manantial brota de sus venas
haciendo que cada día
en esa tierra sus sentimientos
se arraiguen más y más,
mira las cosas desde otra
perspectiva, con cariño y humildad,
los años en sus hombros pesan
pero a sus sueños no renunciará,
son los que le dan la vida
sin pedir a cambio nada más,
También hay huecos sin colores
que quizá algún día pintará.
¡Que verdes son los ojos que la miran!
¡Escondidos en las sombras están!
¿Será la esperanza que se la quiere llevar?
Rumores que trae el viento
agazapado en la noche,
cuando sopla a su garganta
y la hace vibrar,
¡Que intenso es el ruido!
¡Qué fuerte su palpitar!






Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

CASUAL O PREMEDITADO.


Casual o premeditado
nuestro encuentro en el bar
Unas copas y tu mirada es
una invitación a ir a más
Del brazo salimos del bar
entre las miradas celosas
de los hombres solitarios
entre el humo de cigarrillos
y sus copas de rubio licor
Cuatro farolas más adelante
dos botones de la blusa
abiertos tu aroma de Mujer
Al llegar al portal los senos
abrieron mis labios la puerta
sola se desvaneció
Tres pisos por escaleras
tres descansos para el amor
La habitación claroscuros
espejos y un gran colchón
Invitamos a la luna a ser
parte de nuestros excesos
agasajo al cuerpo a satisfacción.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

PALABRAS Y SENTIMIENTOS.


“La palabra del sentimiento,
el sentimiento de la palabra...”

El sentimiento no es mudo
pero se expresa por signos,
por gestos o ademanes,
es parco, prefiere deslizarse por una lágrima
o temblar en una mirada.
                                               
A veces se asoma a la garganta,
pero vuelve a las profundidades,
cegado por la luz
 o ensordecido por los silencios,
 tiembla, se esconde
 y a veces muere de inanición
antes de pedir un corazón prestado.

La palabra es una hembra pletórica,
puede ser dulce o amarga
brillante o apagada,
 amante o celestina
 pero siempre brilla con luz propia,
es la mujer de la mil caras,
poliédrica, misteriosa, fugaz o redundante,
con los brazos abiertos a quien quiera fecundarla.

Cuando el sentimiento y la palabra se abrazan
 se produce el milagro,
de su acto de amor nacen la poesía,
 el misterio y la pasión,
la música acompaña su cósmico baile
 y las letras forman nebulosas de fuego
que giran preludiando el milagro.

Todos tenemos sentimientos
 y todos atesoramos palabras,
pero solo unos privilegiados
consiguen hacerlos danzar en el firmamento de la vida
 y hacer que nos hagan mirar al cielo
como si en verdad hubiera un cielo.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

AMAR CON EL ALMA.


Te pregunté una tarde que moría,
Como fuera tu vida o la mía, si nos faltáramos,
Y te quedaste mirando extrañada hacia mis ojos,
Cuando era mi Alma la que te hacía esa pregunta.
Una mañana desperté con el sol apagado y hasta de lágrimas,
Y la brisa de cada mañana se detuvo
Entre el cielo y la madrugada,
Tus ojos … se quedaron dormidos,
Y tus manos, apretando muy fuerte a las mías,
Mientras tus brazos, abrazaban al  silencio de esa mañana.
Ha pasado tanto tiempo … Pero ¿sabes algo?
Aún recuerdo tus ojos cerrados
Y una pequeña lágrima, que por ellos discurría;
Una mañana desperté
En medio del silencio mientras te abrazaba,
Te hable y te llamé, y te gritaba con tantas ansias,
Pero creo que no me escuchabas,
Y debió ser por tu hermoso cabello negro,
Que ocultaba a tus oídos, como pétalos en flor, no anunciada.
Una mañana desperté, y soñé con tus palabras,
Soñé que me respondías, y también me alegrabas,
Cuando decías, que jamás nos haríamos falta,
Porque yo vivo en ti, y tú lo harías en mi Alma.
Ahora, ando por cada vereda donde decía lo mucho que te amaba,
Y corto cada tallo de flor en plena madrugada,
Para llevarla a tu mesa de noche,
Y al abrir tus ojos … con ella misma despertaras.
Me pregunto en esta madrugada aciaga y tan canalla,
Que será hoy de mi vida, porque acaso, me haces demasiada falta,
Y no tengo tu mirarme extrañada a mis ojos,
Para decirme mientras sientes el fondo de mi Alma,
Que no tenga miedo, porque aún tú me amas,
Y el silencio de cada mañana, solo es un día menos,
De aquellos pocos que me faltan.

Desperté una mañana, sobre una almohada muy blanca,
Era tu regazo, mientras acariciabas muy dulcemente mi mirada,
me había quedado dormido, esperando por ti como cada mañana;
Esa mañana desperté … contigo como fue ayer,
Y comprendí entonces que, solo basta amar con el Alma …
Para estar unidos para siempre.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

QUIERO CONTIGO.


Quiero que me hagas
llegar al cielo,
tus besos son mi pasaje,
para imaginarme en vuelo.
                               
Quiero que me hagas
llegar a lo profundo,
sentir que estar dentro tuyo,
es el mejor lugar en el mundo.

Quiero que me hagas
llegar a la cima,
perder la respiración,
cuando de ti esté arriba.

Quiero que me hagas
llegar al sol,
sentir en un abrazo desnudos,
que alcanzamos el mismo calor.

Quiero que me hagas
llegar a una isla,
el mapa será tu cuerpo,
y encontraré ese tesoro con mis caricias.

Quiero que me hagas
llegar a la luna,
y hacer el amor donde nadie nos ve,
detrás de ella, en su parte oscura.

Quiero que me hagas
llegar junto a ti …





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

DEJA QUE MIRE ...


Deja que mire
el fondo de tus ojos
por un instante.

Quiero encontrar
los versos que allí guardas
en las pupilas.

Para embriagarme,
saciarme con sus letras
y tu ternura.

De esa manera
sabré lo que tú piensas
y lo que sientes.

Y soñaremos
un mundo diferente
para nosotros.

En él iremos
a sitios muy diversos
para encontrarnos.

Y para amarnos,
robándole a la vida
su poesía.

En esa esencia
haremos mil proyectos
para vivirlos.

Días y noches
de un tiempo irrepetible
con nuestro amor.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

FIEL IMAGEN.


La imagen del cristal no engaña,
el tiempo hendió esas mejillas
abriendo diminutos surcos
que el delta de los ojos anega.

La imagen del espejo no engaña,
es fiel compañera de una vida
que dio sus frutos, sus semillas,
nueva vida en fiel entraña.

La imagen de la luna no engaña,
devuelve la sonrisa con agrado;
se enturbia si la dicha es triste
y brilla si el sol acompaña.

La imagen de delante no engaña,
delata un paisaje gris plateado
al pie del lienzo de mi semblante;
serena acuarela de otoño andante.

La imagen que contemplo no engaña,
delata una vida emocionada;
la niebla de este espejo cristalino
atrapa al ser que le acompaña.

No engaña la imagen del poeta,
reflejos convertidos en versos;
la imagen del cristal se empaña:
recuerdos, amor, añoranza …




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.