Aún siento el temblor de la emoción,
cuando veo tu rostro en una foto,
aún siento que el amor me vibra dentro
cuando evoco tus ojos.
Tu arrogante figura, la llevo impregnada
como suave aroma entre los pliegues del alma,
aún siento la emoción cuando te nombro,
pero me he vuelto algo huraña y solitaria,
no deseo ver ni hablar con nadie, solo quiero
recordarte.
He colgado amor mío, un pedazo de esperanza
en la punta de una estrella, para que cuando
la veas
la acunes en tu regazo, y me la devuelvas por
duplicado,
porque sin ti, pierdo ilusiones, y solo tengo
deseos,
sueños que en el valle del silencio se
pierden.
Aún tengo el dolor muy intenso, por eso lo
saco en verso,
el tiempo pasa, pero no cura nada, necesito tu
presencia
para que se suavice esta dura condena, porque
amor de mis entrañas
te aseguro que me he vuelto una ermitaña, que
solo desea
contactar con tu alma.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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