martes, 27 de febrero de 2018

UN PUÑADO DE BESOS.


Un puñado de tus besos mi pelo despeinó
al pasar felices, veloces, ajenos, por encima de mí.
Cuantas veces he deseado que esos besos fueran míos.
Que me los dieras un día.
Tus ojos distraídos simulaban no verme,
pero la niña de tus ojos como siempre,
también hoy te traiciono.
Pensaste irritarme, ver dolor en mi semblante,
pero mi rostro sereno a traicionarme se negó.
Mi corazón dio un vuelco al saber lo que hacías.
Se alisto para obtener tus besos, los que de tus dedos caían.
Aun cuando fuesen migajas mi alma los ansiaba,
mis labios los pedían, mis ojos los lloraban.
Cuantas cosas, cuantas, han pasado en este día:
tú tan cerca de mis ojos, de mis manos y tan lejos de mi vida.
No sé si vivo o sueño, no sé si me querías.
Si ya llegaste a olvidarme, si ya anhelas mi salida,
de tus ojos, de tus sueños, de tu vida 
y colorín colorado, este cuento se ha acabado. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

TUS BESOS.

Tus besos me saben a miel,
tus labios erizan mi piel,
tu boca en la mía se desborda,
la ropa, ahora nos estorba.

Nuestras lenguas exploradoras
todo a su alcance lo devoran,
y como unas enredaderas,
también se besan,
como amantes verdaderas.

Tu boca es el mar
en el que quiero navegar,
mi lengua, un barco de vela,
que de tus besos, es el centinela...

Postdata:
Para mi próximo truco,
necesito que me beses
y hare aparecer mágicamente
mariposas en tu estómago...



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

lunes, 26 de febrero de 2018

TIENES TANTAS CUALIDADES.

Tienes tantas cualidades
Eres muy listo, inteligente y sabio,
Amas la música tanto como yo,
Te apasiona cantar como a mí,
Te gusta leer y a mí me encanta escucharte,
Nos fascina la idea de viajar
Conocer lugares nuevos,
Así como también amamos
La tranquilidad que generamos
En nuestro hogar.

Ya somos jóvenes
Pero seguimos con alma de niños
Porque seguimos teniendo ganas
De explorar el mundo,
De saber que hay más allá
De lo que nuestros ojos pueden ver,
Queremos mirar el pasado
Es decir conocer la historia
De todo aquello que es peculiar,
Seguimos observando con detalle
Todo lo que tenemos
A nuestro alrededor.

Aunque ambos
Tenemos temperamentos distintos
Y un carácter fuerte,
A veces a ti te encanta
Perder el tiempo,
Mientras yo siento
Que lo desperdiciamos
En vez de aprovecharlo,
Porque se nos escapan;
Momentos, besos, abrazos,
Conversaciones, recuerdos… juntos.

Tienes tantas cualidades
Que no todos tienen la posibilidad
De observar a detalle,
Aunque…
¿De qué me sirvió?
Quedarme maravillado,
Esperando con paciencia
Tu regreso cuando es posible
Que nunca quieras volver,
Y yo simplemente
Ya me comienzo a agotar. 




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

¿QUÉ ES EL AMOR?

Dedicado con todo mi cariño a María Jesús Figueroa.

Qué es el amor... preguntas
Te miro a los ojos y tiemblo.
Amor es la palabra más maravillosa
del mundo entero,
es ese beso que te hace vibrar,
desde el alma hasta el cerebro,
es la magia que te envuelve
con todo su esplendor,
es el deseo hecho fuego,
que llega a tu corazón.
Me miras y sonríes socarrón,
¿Qué más me puedes decir del amor?

Amar es sentirte pleno
de cosquillas en el alma,
es decir TE QUIERO,
con el cuerpo embravecido,
amar es el titilar
de estrellas cuando besas,
es entregar tu corazón.
de pasión vencido.
¿Y qué más? preguntas...
y me tiemblan las palabras.

Amar de verdad
es de hoy y para siempre,
es ver en el otro ser
la compañía idealizada,
es esa mezcla de dulzura,
ternura y pasión...

¡Ah...! ¿Sabes? Eso es lo que siente,
por ti mi corazón.

DE DESEAR.

(Dedicado con todo mi cariño a María Jesús Figueroa)

Desear que estés... y no te vayas,
Como si pudiera comandar la vida… como si importara
Y darles razón a los días, a los aciertos y fallas
Con la razón de ser que nos ampara
Reverdecer mil veces en el deseo
Como eternos Prometeos encadenados
A la lúbrica caricia, a lo que ya no siento ni veo
Atento y distraído por los minutos contados.

Hace tanto que el deseo se eterniza,
Una piel, una humedad, un beso… que no llegan
O se añoran, lejanas en la prisa
Y en otros mares saludables, hoy navegan
Mientras en mi tiempo se hacen humo
Y yo me riego de esperanza los momentos
Y miro al cielo, añorante mientras fumo,
Sin prisa, sin llanto, sin lamentos.

Y un médico que habla de horas contadas
Y un leguleyo que escribe heritancias
Y yo deseando cosas encantadas
Como ausente, sin prisas ni distancias
Mirando de frente a la muerte
Retándola, con tamaños que aun alcanzan
Porque mientras aún pueda verte,
Mis deseos, de desear, nunca se cansan. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

SI TÚ ME AMAS.

Aún no has aprendido
que cuantas más cosas queremos,
menos eres y menos soy, menos somos.
¡No quiero querer así!
¡No quiero que quieras así!
Es en la unicidad del querer
donde se ratifica su esencialidad.
Es simplemente amar,
solo eso se necesita, amar
con fuego y pasión.
Vivir amando,
viviendo experiencias
donde se es, instantes, solo eso.
Instantes sin dobleces.
Instantes sin abismos.
Instantes de uno mismo.
Instantes en primera persona
donde siempre tu
a veces solo eres un espejo,
como yo, impenetrable, en soledad.
Tu y yo
cada uno con lo que es
sintiendo
entendiendo
creyendo
experimentando
hablando
Hablándonos
desde la propia piel
en este amor sinfín

domingo, 25 de febrero de 2018

MI VOZ ES LO QUE SOY.


Mi voz es lo que soy
Y la uso con precaución
mientras escribo esto hoy,
hay quienes las usan con destrucción.

Usaré mi voz para el bien
para construir un mundo mejor
en medio de las tinieblas que enceguecen
y generan confusión.

Combatiré el mal
haciendo frente a él,
de nada sirve quedarse callado
sirviéndole a la injusticia de escudo.

A veces el silencio,
es más oportuno que el grito
tenemos que ser impecables
y a la vez saber ser prudentes.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

ANOCHECER.


Te extraño sentir de mi vida,
esencia del amor, que amo con el alma.
Eres querer del corazón donde nace el amor,
eres vida y querer.
Sin ti mi vida sería como primavera sin flores,
como verano sin sol, como otoño sin hojas,
como invierno sin nieve.
Naces en mi ser y vivo por ti.
Quiero que tu calor queme mi corazón,
así como aviva mis entrañas el amor.
Quiero que seas mi luna en cada anochecer
y mis luceros en el amanecer.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

POESÍA YA NO ME BUSQUES.

Poesía ya no me busques
porque te tengo olvidada,
tampoco quiero que me juzgues,
no eres por mí leída ni escuchada…

Poesía ya no me hables,
lo que digas no me interesa,
no me hagas sentir el culpable
cuando ya no estás en mi cabeza…

Poesía no digas que me amas,
yo no te llevo en el corazón,
ya no enciendes en mí la llama
que usé para escribirte con pasión…

Poesía no digas que soy diferente,
no hace efecto en mí la adulación,
pues a ti te escribe mucha gente
y yo soy uno más del montón…

Tampoco digas que lloras por mí,
que no puedes con tu desesperación,
cuando yo lo hice tú no estabas ahí
para consolarme de mi propio dolor…

Tampoco digas que por mí mueres,
existías desde mucho antes que yo,
seguirás viva, aunque yo desapareciere,
porque tu indiferencia conmigo acabó… 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

PARA QUE TE ACUERDES DE MÍ.

Tal vez no sea perfecto. Pero... Quien lo es?

Sé que no me arreglo mucho y que a veces hago locuras pero te aseguro que nadie te amará como yo.

Sé que no sabes, pues no me conoces, pero si me dejaras conocerte te aseguro que no te arrepentirás.

Puedo decir que he amado. He amado con mucha intensidad, más de lo que he visto en los demás. Sólo porque circunstancias no estaban a mi favor no he logrado mi cometido, Que es por supuesto, entregar mi vida entera (hasta la muerte) a una persona.

Tal vez me canso rápido de lo mismo, o tal vez es algo más.

Pero, si me dejas, podría hacerte feliz. Al menos el poco tiempo que podríamos pasar juntos.

Te adoraré toda mi vida. Contemplar tu belleza y acariciar tu piel como nadie. Te daría muchos besos y nunca me dirás “tu casi no me das besos”, porque te daré todos los besos del mundo. Alargaría tu inteligencia y tu atención a las pequeñas cositas.

En serio te digo que serias todo para ti, sólo si me dejaras.

No te faltaría nada. Solo tú y yo te bastará para ser feliz.





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

QUIERO BESARTE.

Quiero besarte mujer
desde la cabeza a los pies,
quiero besarte mujer
desnudar con mis besos tu piel
que sea tu cuerpo el lienzo
y mi lengua el pincel
quiero besarte mujer
apasionado, alocado,
hacerte gemir de placer,
quiero besarte mujer
como si se me fuera la vida
y tu aliento me hiciera volver.
Besarte mujer sin premura
hasta el amanecer, ¡besarte!
si besarte toda mujer                
besar tus piernas, tu piel
besar tu alma también,
besar tu espalda, tus manos
besarte de tal manera
que te sonrojes mujer,
besar e hablar con caricias
es el idioma universal del placer
por eso no emito sonido
sólo te habla mi piel
deja que hable mi cuerpo
de las ganas y el deseo
que me inspira tu placer. 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

LETRAS Y ROSAS.

Mis palabras de amor yo te dejo
en ésta, cariño, mi última carta
mientras de a poco mi alma ya se aparta
porque de ti, yo muy pronto me alejo.

Te amé, cariño, sin par ni medida
como nunca antes había yo amado
y a ti te juro mi cielo te he dado
lo destacado que había en mi vida.

Mis besos dulces, callados, serenos;
en tu piel dejé mejores caricias
que fueron placer, amor y delicias
pero por hoy nos resultan ajenos.

Pues yo por ti escribí mi poesía;
y declamé mis mejores sonetos,
liras, romances, quintillas, tercetos;
repletos de luz y gran melodía.

En tu piel sembré mis más bellas prosas
con palabras llenas de sentimiento
vida te juro, verdad que no miento
fuiste jardín de mis letras y rosas.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

LA PAZ DE TUS CARICIAS.

Me desangro como un iceberg en llamas
perdido en un océano siniestro,
vagando soledades compartidas,
sintiendo el estertor de tus silencios.
Asomo la cabeza entre las aguas
pero las olas me escupen tus recuerdos,
el frio de tu voz me hiela el alma
y al filo de tus ojos me estremezco.
La noche pegajosa y pestilente
me envuelve, me acaricia me succiona,
se inyecta por mis poros como un filtro
que corroe mi ser y me emponzoña.
Y cada vez me siento más pequeño,
juguete de los vientos y las olas,
añorando la luz de tus estrellas
y el brillo deslumbrante de tu aurora.
Siento la sal amarga de tus aguas
anegarme los ojos y la boca
y el viento huracanado de tus miedos
arrastrarme por aguas tenebrosas.
Y ya no tengo fuerzas ni deseo
para seguir flotando a tu deriva
y me prendo en lágrimas de fuego
suplicando la paz de tus caricias.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

VENTANA MARINERA.

Anoche rompimos,
la luna a dentelladas,
rasgamos,
la empinada lengua del deseo,
en el fértil valle,
de sueños y esperanzas.
Anoche supimos,
ver un abril de amapolas,
en dos cuerpos enzarzados,
al borde de un abismo.
Tan sólo fue,
...una noche...
y ahora parecen veinte siglos.
Era una simple cama,
un catre rancio,
y ahora es ventana marinera,
donde la espuma se entrelaza.
En el diáfano color,
de pupilas anchurosas,
en el hálito fogoso,
que propaga los espacios,
avanzamos dentro,
el uno del otro,
más allá de la carne,
más allá del sentimiento...
...rizo contra rizo.
Esta ventana vetusta,
ventana marinera,
a lo noche espera,
pues ahora...
...con este sol que nos despierta,
sin su secreto nocturno,
se queda.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

A MARÍA.

Algunas así se llaman
 otras se hacen llamar
 todas ellas son María,
 lo fueron, lo son
 o quizás lo serán...

 Algunas tienen compromisos
 otras de ello tienen necesidad
 algunas tienen tiernos poetas
 que les riman en la oscuridad

 Existen otras que nada tienen
 y han venido a probar su suerte
 apuestan aquí cuatro monedas
 de esas blandas a los dientes
 mostrando una dudosa sonrisa
 jugar a la enamorada quieren..

 Se emborrachan, se marean
 sus poesías se obnubilan
 sus voces se entrecortan y callan
 parecen seducidas perder la vida...

 Y yo que soy gitanillo
 de esos que van de casa en casa
 que desconfío hasta de mi sombra
 y del espejo el reflejo de mi cara
 le digo sin muchos bemoles
 bajemos por un tinto a la cava...

  Allí se cuelga a mi cuello
  y me besa todo el cuerpo
 respondo hasta donde puedo
 ella pone su pollera en el suelo
 y yo me inclino entre sus enaguas
 juro no sé cómo llegó el día
 ni si me lavé la cara con agua...

 La moza ya no estaba
 ni la poesía ni el vino
 me quedaron mil besos
 y cuatro monedas blancas
 yo le escribí este poema
 para recordar sus caderas anchas
 recuerdo muy bien su nombre
 me dijo que se llamaba María...




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

sábado, 24 de febrero de 2018

ESTA NOCHE SERÁ PERFECTA.

Esta noche será perfecta
Porque estaré contigo,
sujetando tus manos;
Ahogado en tu mirada.
Esta noche será perfecta,
Porque morderé tus labios
Al pie de la ventana.
Sonreiremos juntos;
Bailaremos un vals
Dibujaré una caricia
En tu cintura escapular.
Hueles a jazmines blancos,
cítricos, y rosas.
Que agradable aroma.
Y morderé tus orejas;
Mientras suena Strauss.
Habrá Luna llena,
Luz perfecta para la alcoba.
Con sutileza,
Susurraré en tus oídos
poemas de amor.
Deslizaré mis manos,
Suavemente, lentamente,
por las tiras de tu vestido
que se sujetan a tus hombros,
de poros erizados y con escalofríos.
Seguiré besando
esa boca carmín de labios tiernos.
Son labios gitanos
Con sabor a cerezos.
El beso será lento, risueño,
mientras cae tu vestido de seda.
Me vestirás de Adán
Y te vestiré de Eva,
mientras mis manos
Encienden tu fogata,
Que quema tu alma entera.
Exploraré tu piel,
con mi lengua dibujaré
el paisaje de tus valles y montañas.
De tu fuente del deseo
 brotarán las mieles del pecado.
Las aureolas rosadas
Que escondes en tus senos
Las llevarás a mi boca,
domada por tus besos.
La luna hace su jugada;
 Y una tenue luz
entre rendijas entra.
Iluminando a nuestra alcoba silente,
Testigo inerte de nuestro encuentro.
El juego de nuestras pieles hace su debut.
No hay pudor,
No hay vergüenza,
No hay temor.
Solo pasiones que se desencadenan
En el vaivén de nuestros cuerpos
Tendidos en la cama.
En el arrebato por la pasión,
nuestros cuerpos
Saciarán el hambre lujuriosa,
Mientras me arropas con tu cabellera.
Y así, esta noche estará de fiesta
Porque amaneré contigo,
Haciendo de nuestro encuentro;
Una noche perfecta.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri.