Anoche rompimos,
la luna a dentelladas,
rasgamos,
la empinada lengua del deseo,
en el fértil valle,
de sueños y esperanzas.
Anoche supimos,
ver un abril de amapolas,
en dos cuerpos enzarzados,
al borde de un abismo.
Tan sólo fue,
...una noche...
y ahora parecen veinte siglos.
Era una simple cama,
un catre rancio,
y ahora es ventana marinera,
donde la espuma se entrelaza.
En el diáfano color,
de pupilas anchurosas,
en el hálito fogoso,
que propaga los espacios,
avanzamos dentro,
el uno del otro,
más allá de la carne,
más allá del sentimiento...
...rizo contra rizo.
Esta ventana vetusta,
ventana marinera,
a lo noche espera,
pues ahora...
...con este sol que nos despierta,
sin su secreto nocturno,
se queda.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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