Algunas así se llaman
otras
se hacen llamar
todas
ellas son María,
lo
fueron, lo son
o
quizás lo serán...
Algunas
tienen compromisos
otras
de ello tienen necesidad
algunas
tienen tiernos poetas
que les
riman en la oscuridad
Existen
otras que nada tienen
y han
venido a probar su suerte
apuestan aquí cuatro monedas
de esas
blandas a los dientes
mostrando una dudosa sonrisa
jugar a
la enamorada quieren..
Se
emborrachan, se marean
sus
poesías se obnubilan
sus
voces se entrecortan y callan
parecen
seducidas perder la vida...
Y yo
que soy gitanillo
de esos
que van de casa en casa
que
desconfío hasta de mi sombra
y del
espejo el reflejo de mi cara
le digo
sin muchos bemoles
bajemos
por un tinto a la cava...
Allí
se cuelga a mi cuello
y me
besa todo el cuerpo
respondo hasta donde puedo
ella
pone su pollera en el suelo
y yo me
inclino entre sus enaguas
juro no
sé cómo llegó el día
ni si
me lavé la cara con agua...
La moza
ya no estaba
ni la
poesía ni el vino
me
quedaron mil besos
y
cuatro monedas blancas
yo le
escribí este poema
para
recordar sus caderas anchas
recuerdo muy bien su nombre
me dijo
que se llamaba María...
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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