Tus besos me saben a miel,
tus labios erizan mi piel,
tu boca en la mía se desborda,
la ropa, ahora nos estorba.
Nuestras lenguas exploradoras
todo a su alcance lo devoran,
y como unas enredaderas,
también se besan,
como amantes verdaderas.
Tu boca es el mar
en el que quiero navegar,
mi lengua, un barco de vela,
que de tus besos, es el centinela...
Postdata:
Para mi próximo truco,
necesito que me beses
y hare aparecer mágicamente
mariposas en tu estómago...
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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