lunes, 29 de junio de 2020

CUANDO APARECE LA AURORA.


En esos días al amanecer cuando aparece la aurora,
los pedazos de tu alma se unen junto a los míos
uniendo todo esos días que fueron tiempos perdidos,
cuando decías te amo, sin tú haberlos sentido.

Si en ti fue un tiempo perdido el unir tu amor y el mío,
es porque tu corazón no supo amar junto al mío,
ni en verano, ni en otoño, ni cuando nace el rocío,
ni en esos amaneceres aunque hayas soñado conmigo,
ni hayas guardo el recuerdo de aquel tiempo que se ha ido.

Y ni siquiera al despertar o haber soñado contigo,
quedan en mí los recuerdos, aquellos tuyos y míos,
porque el amor es también como una estrella fugaz,
que puede llegar a ti, pero igualmente se va,
ni que la luna te alumbre, ni que brillen los luceros.

Si tu alma quedó en pedazo por aquel tiempo perdido,
no busques dentro de ti  aquellos momentos idos,
porque de habernos amado con la verdad por delante,
no habría momentos tristes, ni el rocío se habría ido,
y aquellos momentos tuyos que se unían con los míos
volarían por las nubes llenos de aquel amor
que en aquel hermoso tiempo llenaba mi corazón.


Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

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