Amor que habitas mis noches,
Mis alegrías y tormentas. 
Deséame en tu deseo, 
Quiero ser el pan que te alimenta 
Como las aguas de un río: 
Suaves, tranquilas, serenas, 
Que corran tus manos por mi cuerpo 
Como el barco que navega, 
Y el sabor de tu dulce boca 
Que en mi boca se adentra, 
Que rocen mis tibios labios. 
Mis labios húmedos te esperan, 
En mis oídos susurra palabras dulces y tiernas, 
Y llévame a ese cielo 
Donde duermen las estrellas 
Con las yemas de tus dedos 
Hasta mi espalda tu trepa 
Y haz un sendero de besos. 
Con tus besos una estela 
Y baja a mi cintura 
Y recorre entera 
Sembrando en tu cuerpo 
La semilla en tu tierra. 
Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 
 
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