Con cariño a Lizbeth Jiménez.
No pretendo ser poeta,
¡Aunque me guste soñar!
Cuando me pongo a versar
Todo el tiempo se me vuela,
Mi corazón se desvela,
Alegre empieza a cantar,
Un rayo de amor se cuela
Y arde en mi pecho una vela.
¡Mil sueños veo pasar!
En serlo puse la meta,
Quizás lo pueda lograr
Pues no me pienso achicar,
Rumiaré con ardor versos,
Libraré sentires presos
Y los echaré a volar
Llevando a las almas besos
Y emoción hasta los huesos
De quién me quiera escuchar.
Hasta que haga la maleta
¡Algún día hay que partir!
Escribiendo he de morir,
Lo haga bien o lo haga mal.
Cuando me llegue el final
Mi epitafio he de escribir,
¡Viví bien sin ser cabal
No hace falta ser formal
Para con amor vivir!
Aunque a veces esté
inquieta,
¡Crea que todo me abruma!
No se trabará mi pluma,
Nada me hará recular,
Diré "verdad" sin dudar,
Aunque vea que rezuma
O no entiendan mi versar
Aunque me haga criticar
O algún lector no lo asuma.
Haré sonar mi
trompeta,
¡Para espantar los jumentos!
Defenderé contra vientos
La injusticia sin parar,
Vine aquí para cantar
Buenos y malos momentos,
¡Pienso hacerlo sin cesar!
Nunca me voy a cansar
De expresar mis sentimientos.
Intentaré ser discreta,
¡Creo que lo sabré hacer!
A nadie quiero ofender.
Conseguir nada pretendo,
Tampoco mi pluma vendo,
Solo intento defender
Lo que a diario sigo viendo,
Que el miedo camina urdiendo
¡Tropelías por doquier!
Solo como anacoreta,
¡Daré paso a mi soñar!
Sentada junto al hogar
Miraré por la ventana
Al despertar la mañana
Y pensaré en que versar
Para mover la membrana
De toda buen alma sana
Cuando escuche mi cantar..
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
No hay comentarios:
Publicar un comentario