Mi amor de ayer, de no hace mucho,
mi chica de siempre, ella fue mi orfebre,
y en su fragua moldeó mi cuerpo a su libre
albedrío,
y yo dejé que lo fraguará, porque su deseo era
igual al mío.
Me fue moldeando con sus besos y con sus
manos,
bajo el fuego ardiendo de un amor intenso,
quedó concluida la obra ,ya no quiero otro
orfebre,
ni quiero otra fragua, ni otro fuego de amor
inmenso.
MI amor de ayer, mi chica de siempre
soy su principio y su final de obra,
pero que guardo en el cofre del alma,
puliendo este cariño que nace desde mi alma.
Mi amor de ayer, mi chica de siempre,
te seguiré amando hasta que se me lleve la
muerte,
y cuando sea mi hora, ligero me iré de
equipaje,
pero te entregaré la joya de mi amor, la que
tu moldeaste
como hermoso presente y estandarte.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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