Tus lindos ojos, hinchados de tanto llorar,
reflejan ese dolor que tú estás viviendo,
son momentos amargos, lo estás sintiendo,
estoy aquí, y ante Dios vamos a orar.
Nadie está preparado, para el sufrimiento,
y que en tu interior, se haya ido la
felicidad,
yo te acompañare en esta triste calamidad,
te lo expresó con profundo sentimiento.
Tu tristeza es la mía, te apoyo sinceramente,
quiero ser la roca en medio de la tempestad,
darte fuerza, ofrecerte mi amor y amistad,
cuenta conmigo, incondicionalmente.
Eres bella, a pesar de las lágrimas
derramadas,
tu semblante debe seguir firme y altivo,
no hay mayor recompensa que el estar vivo,
deseo que tu luz y brillo, no sean apagadas.
Sé que es inevitable sentirse vacío,
pero quiero que sepas que sigo dispuesto,
a darte fuerza y valor, yo te lo manifiesto,
y ser esa llama que pueda calmar tu frío.
El tiempo ayudará a curar, te lo aseguro,
no te dejaré sola, procuraré cuidarte,
te doy mi mano, y así mismo ayudarte,
nunca te abandonaré, eso te lo juro.
Ser un consuelo para ti, es lo que aspiro,
con tal de verte feliz, por ti me inspiro,
espero estas letras te roben un suspiro,
"Te den fortaleza, y un nuevo
respiro".
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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