domingo, 17 de mayo de 2015

ÁNGEL DE PAZ.

Oh, hermosa dama con tal dulce mirar,
A cualquiera engañarías con tu sincero pensar,
Sólo ven lo que parece ser, sin meditar.
No todo es lo que era aparentemente se da a demostrar.

Si pudiera observar tan cálida ternura,
Interiorizas bondad, sinceridad y fragilidad.
Ni hablar de tu querer abnegado al demostrar
Tan alocada manera de conocernos, cada día sonrío al recordar.

Nada es casual, todo ocurre sin pensar,
Sólo agradezco a tu Dios poderme hacer llegar
A un Ángel como tú a mi corazón sin esperar,
Estoy seguro que en la tierra aún hay belleza por deleitar.

Eres hermosa, no solamente por tu cuerpo esbelto al posar,
Lo más divino es lo más interno, que tienes en un cofre sin delatar.
Tienes la magia de hacer suspirar sin tocar, ni observar, ni hablar,
Con sólo mirar y escribir expresas emociones que a cualquiera hacer callar.

No callao de temor sino de sorpresa por tu alma tan pura y llena de amor,
Eres como la suave lluvia que gota a gota va marcando con su olor,
Ese olor maravilloso que no es de sudor, sino del rocío de tu corazón,
Te quiero y siento admiración porque tu amistad para mí es de GRAN VALOR.


Autor
Antonio Carlos Izaguerri

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