Para amarte no busco más razones,
Basta con sólo soltar un suspiro. 
Colgado en los rayos del sol te miro, 
Uniendo en cadena a dos corazones. 
Amor de tardes, amor de unas horas, 
Me encierras en tus divinos encantos. 
Llegaste temprano a secar mis llantos 
Y te miro en el vuelo de aves sonoras. 
Consuelo fuiste de mi alma perdida 
Y diste sonido a palabras calladas. 
¡Suena gloriosa tu voz callada! 
Fuente de vida que en mi reflejaste, 
Tu manantial que entre piedras me mojas … 
Con tantos detalles me enamoraste. 
Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario