Fue tan sólo un beso,
Una mirada extraviada en la distancia,
Unos besos anhelantes,
Una caricia que se esfuma,
Tu voz y mis suspiros,
La dulce calma del vacío,
Silencio de la elocuencia,
Vestigios que quedan
De aquella emoción
Que se ha perdido.
Se detienen sus latidos,
Aquellos besos quedaron fríos,
Moribundos y sedientos,
Recorrieron sus caminos
En la penumbra de aquella noche
Cuando apenas maduraba
El amor del corazón.
Se aleja el pensamiento
Marchitando la memoria,
Borrando de su mente
Aquella nostalgia,
Derramando con un beso
La lágrima del alma.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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