La luna se está durmiendo,
Su imagen semidormida
Se refleja en el sosegado mar,
Y entre adormecidas olas,
Él con su rumor la invita soñar.
En sus largas y rizadas pestañas,
El sueño columpiándose ya está,
Haciendo que por breves instantes,
Los ojos de la luna se tiendan a cerrar.
Entre bostezos, ella a hurtadillas
En una acolchada y blanca nubecita,
Perezosamente se ha ido a recostar
Mientras el cielo en un delicado gesto,
Con su azulado manto, muy sigiloso,
Él mismo a la luna vino a abrigar.
La noche la mece en su regazo,
Y la brisa con su sin igual canto,
Acompaña al silencio en su recital,
Coreando esa canción de cuna para la luna,
Que por la galaxia se comienza a escuchar.
La luna se ha quedado por fin dormida,
Por favor, que nadie la vaya a despertar,
Las estrellas hoy tomarán su lugar,
Y el sol mañana muy temprano
Con sus resplandecientes rayitos,
A ellas de manera enternecida,
Los buenos días le dará.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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