Sólo dime ámame 
Que yo sí sé amarte, 
Después contemplaré tu rostro sereno, 
Divagando aire los sentimientos, 
El alma revoloteando, 
Así como una sucesión eterna en la inmensidad, 
La inmensidad se fundirá de amor el calor, 
La ternura, la pasión, 
Las huellas de la espera merece la pena. 
Te seguiré esperando, 
Te seguiré amando, 
Te seguiré soñando 
Y retomaremos siempre las manos. 
Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 
 
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