El tiempo revuelve las cosas
Acomodando páginas del pasado,
Tus ojos y tu boca, no han cambiado,
Una vez más nuestros caminos se cruzaron.
Nada en este corazón ha cambiado,
Sólo las semillas que dejaste germinaron,
Floreciendo las semillas
De un amor desesperado.
Recorrimos caminos de amargura,
Llantos y decepciones fueron necesarios
Para entender que la felicidad está de frente,
Ahora mis sueños e ilusiones sólo son para quererte.
La paciencia nunca ha sido mi virtud,
Pero debo ser paciente,
Dejar que soplen vientos de amor,
Porque mi destino será quererte.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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