Ven, abrázame,
Sólo eso quiero, 
Sólo eso necesito, 
Sólo eso te pido. 
Que te acerques a mí 
Y me mires … 
Que me dejes contemplarte 
Y también acariciarte. 
Eres mi anhelo, sabes? 
Porque pasan las horas, 
Porque continúas los días, 
Y un fuego quema mi corazón. 
Es el amor. Lo sé. Es el amor, 
Pero con él, viene la pasión, 
Y se golpea en mi sangre, 
Y vibra en mis labios … 
Agota mis fuerzas. 
Tiemblan mis manos, 
Se estremece mi cuerpo, 
Toda mi piel se agita, 
Cierro los ojos … 
Y entonces, escucho tu voz, 
Tu voz que me encanta y dice mi nombre, 
Emanando de tus labios … 
Que también suplican los míos. 
Esos labios tuyos, que se entreabren al verme, 
Hambrientos, deseosos … dispuestos para besarme, 
Suplicantes también, queriendo sentir mi aliento, 
Pero sólo se limitan a pronunciar mi nombre, 
Que cuando lo dices, vibra todo tu cuerpo. 
Y yo te escucho, 
Y vibro también. 
Parece que todo mi ser se deshace. 
Quisiera estar contigo … 
Deshacerme total en tus brazos. 
Sintiendo tus caricias, 
Bebiendo de tus labios, 
Entregando todos mis deseos, 
Cumpliendo a la vez tus fantasías, 
Adueñándonos del mundo 
Siendo los dos todo, 
Sintiendo los dos en uno sólo. 
Sí … 
Yo quiero eso. 
Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 
 
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