Fue un momento inclemente,
De extrañas sensaciones;
Un instante demente,
De grandes y lejanas confusiones.
Yo veía mil cosas
Alegres, optimistas y preciosas.
No sé qué me pasaba...
El ritmo que aumentaba prestamente,
Mi corazón llenaba
De notas que impregnaban el ambiente
Y mi mano impaciente,
Una mano de nieve acariciaba.
¡Los cuerpos sin razón, se estremecían!
Las melenas revueltas,
Por el ritmo ya sueltas
En todas direcciones se movían...
Las voces y los gritos me abrumaban,
La locura de amor me iba matando...
¡Y ni cuenta me daba!
Porque dentro del alma yo sentía
Eléctricas guitarras resonando...
¡Y reía! ¡Y reía!
Sin saber, que por dentro me moría...
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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