Al escuchar tu voz, un
vez más
Al escuchar tu risa, tu
respiración
Mi alma se alegro.
Me sentí extraño al
mencionar tu nombre.
Escuché a mi corazón
gritar
Gritar: Te amo
Te extraño todas mis
fuerzas
Te pienso día y noche
Nunca he dejado de ser
tuyo
Me mordí los labios
Le platiqué al sol
Lo grite a los cuatro
vientos
La luna se dio cuenta
Y llego esta noche a
preguntar por ti
No puedo ocultar este
sentimiento.
Esta felicidad que me embriaga
Que por un segundo te
acordaste de mí
Que por un momento el
cielo me sonrió
Sigues siendo la mujer
más hermosa
Eres sin igual
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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