martes, 7 de marzo de 2017

LA LUZ DEL VIVIR CADA MAÑANA.

La bruma pareció disiparse
Al recibir el frío del invierno,
La poesía escrita en el viento
Prontamente se esfumó.

El alma se adhiere al infinito
Vagando sin cesar por las noches
Que se hacen eternas...
Larguísimas noches llenas de nostalgia,
Noches que arropadas en el lecho
Entorpecen el pensamiento trasnochado.

La búsqueda constante de algo,
Algo que haga entender ese por qué,
Algo que necesariamente se percibe,
Se siente y se aclara en el inconsciente.

Las lozas que cierran mis ojos,
Devuelven a mi alma ese descanso
Que hacen de la vida un pedacito de muerte,
Muerte agradecida para volver a iniciar el nuevo día...

"La noche; compañera amiga que nunca está lejos,
Ella siempre regresa con su amistad nocturna".



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

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