Inmersa en la inminente curiosidad
Contempla el cielo y su inmensidad
Vio brillar una estrella que pasa fugaz
Aquella bella esencia que no vera jamás.
Deseos intensos de poder verle una vez más,
Para así dejar su mente y corazón en paz.
Aquello que vio, fue algo que ella creía extinto
Un individuo diferente, culto listo y distinto
El amor sedujo su alma como si fuese instinto,
Y solo sabe que le agradece infinito al destino,
Pues al menos por momentos hizo fácil el camino,
La memoria se conserva de aquel día con encanto
Le recuerda con nostalgia y alegría, desde su cuarto,
Se recuerdan a diario, como si de un cuento se tratase,
No saben por qué pero buscan volver encontrarse,
Son solo dos historias más, como de cualquier parte.
Miradas que se contemplan mientras pasean la calle
Dos corazones atraídos, dos miradas que se cruzan…
Dos almas gemelas interpretando que se gustan…
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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