¡Porque no te conocí antes!
porque no me atreví aceptar
tus susurros a mi alma escondida
porque no vertí tus gotas a cada cuerpo
Acongojado por el tiempo perdido,
tal vez a los hombros de Neruda hubiera mirado
a sus rodillas, o quizás a la nada del viento,
al cielo lejano mi canto.
¡Bello poema, instrumento del bien!
¡Porque no te conocí antes!
¡si la garza muda no hubiera cantado!
mis entrañas aún la poseyeran
mi canto poético: callado y sórdido
se tumbaría entre el olvido de tu sonrisa.
Te requiere el campesino,
el estudiante ansiarte debe;
el poeta no puede vivir
sin tu agradable aliento,
a cada instante
quiere mirar tu bello semblante,
¡Poema deslumbrante!
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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