Desconocido…sin nombre
Que viene desde lejos, del fin del universo
Parece que vuela desde hace mucho tiempo
Por geografías infinitas, sin contornos ni lados
Montado en lomo de aire…le ha traído la brisa,
Sus alas se mueven
lentas, están con poca fuerza
Semeja la espuma del mar que flota y se queda
En espera…
Alma que vuela,
que transita, llevado por la luz
De un mundo infinito
Que sustenta, que imagina ideas buenas
Como muchos otros hombres y mujeres
Que pasaron y dejaron huella
Intentando ser libres…
Pájaro cansado, aterrizando en el umbral del viento…
¿Cuánto tiempo volaste buscando un lecho…?
Para entonar tu canto con música propia
Y melodía clara…
Tanto tiempo…tiempo largo,
Para madurar los versos
Buscando un hombro para apoyar tu cabeza
Y contar tus cuentos...
Eras tiempo pasando… eras vagabundo,
Eras presente y también futuro
Siempre soñando…
Nave errante de desconocidos mares.
Tus cuentos de aguas, tus versos de naves
Volaban contigo…
Abrazando las nubes que viste de niño.
Creciendo aprendiste a distinguir la belleza…
Todo era bello, todo era sueño,
Cambiaste tu mundo de pueblo,
Transitaste la selva de ciudades
Caminaste el universo…
Y de él aprendiste.
(Enseñaste)…
O al menos intentaste,
Entregar lo mejor, contando tus versos…
Originando vaguadas, vaciando tu canto
Como vertiente transparente,
Palabras simples de voces de adentro
Que explotaron de improviso,
Sin anuncio, sin aviso,
Como voz de recuerdos haciéndose oír,
Escuchando el silencio.
Trashumancia del alma,
Pájaro errante, en sus vuelos finales.
Autor
Antonio Carlos Izagueri
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