Un suave aroma de café,
Que te trae un largo camino.
Amoríos de labios rojos y un clavel
Una lascivia, entre la luna y el vino...
Labios que buscan deslizarse en una piel
Buscando más que un destino
Beber de ríos provenientes del paisaje aquel
Beber y al mirar escuchar un gemebundo sonido…
Es como una sinfonía que te envuelve
Es como una sensación de un fuego ardiente
Te quema y tu placer disuelve
Te quema hasta que llega el sol naciente
Y al iluminar deja ese lujurioso anochecer
En un ayer, en un pasado, en un soñé...
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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