Me han dicho que nada dura para siempre
y que siempre hay que prepararse para lo peor que venga.
Me han dicho que lo bueno dura poco
y que dura más el viento en la mano, que el amor.
Me han dicho que no se vive de sueños
y que hay que soñar con lo imposible,
aun si es posible, que nunca llegue a ser.
Me han dicho que es más feliz quien menos sabe
y que de nada sirve saber si no se sabe vivir,
aunque para el común sea vida, ser esclavo de su quehacer.
Me han dicho que de esperanzas no se vive
y que si pierdes la esperanza, ya has sido vencido
porque tampoco se ha entendido, si hay que ganar o perder.
Me han dicho que no caiga dos veces sobre la misma piedra
pero hay piedras sobre las que vale la pena caer.
Me han dicho que deje atrás el pasado
y que no olvide lo vivido para que no viva en el engaño.
Me he cansado de lo que dicen
y con cierta cortesía ante tanta controversia
me atrevo sin sapiencia a decirle a la audiencia
que hay amores que siempre son aunque terminan
y que no dura el amor que no se intenta,
que no soñar enamorado es un mal chiste
y que es posible ser feliz si se ama,
que solo sigue vivo el amante que es paciente
y que amar es lo que todo hombre aguarda,
que esperar sin amor consume
y que se ha rendido el que no ama,
que prefiero tropezar con tu piedra cada día
a dormir sin tu hombría y tu alma
que no hay peor engaño que negar el sentimiento
mientras el que amas vive en agonía.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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