Dedicado con cariño a mi amiga y poetisa argentina
Margarita Schaerer.
Hay un solo pétalo que mueve la brisa,
Y mis ideas no cambian y se vuelven rosas.
Hay un solo pétalo bailando sin música,
Y mis manías no transforman y se vuelven cristalinas.
¿Por qué el viento lo elegirá a él?
¿Por qué tiembla asustado, el único pétalo,
que mi mente ha apreciado?
¿Por qué danza temeroso mi minúsculo afortunado?
Nadie más que tu pretende huir estando plantado.
Nadie mejor que tu miente y finge ser liberado.
Pequeña blancura de Magnolia.
Diáfana presencia y majestuoso aroma.
Purificas cada esquina del ambiente.
La tenue brisa aparenta reptar por otros sitios,
Enfocándome en otras apreciaciones,
Dándome otras interpretaciones;
Algo temblorosas, asustadizas,
Minúsculas, y plantadas.
Para nada, afortunadas,
Liberadas, majestuosas,
O blanqueadas.
Escucha mi nueva teoría rayada.
Del revés.
Así me ves.
Lo poco puro que describí,
Es lo que inventé.
En realidad;
Magnolia putrefacta vi,
Despidiendo hediondo olor por el lugar,
Sobrepasada de hongos y parásitos,
Va cayendo de a pedazos,
Gracias a la leve brisa,
Que me trajo hasta aquí.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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