lunes, 11 de septiembre de 2017

¿POR QUÉ NO ESTÁS?

¿Por qué no estás?...
¿Por qué tengo que deambular
por las callejuelas de esta ciudad
sin mostrarme en avenidas,
para que nadie me note tu ausencia?

He comprado pastillas de menta y sherry
por si te encuentro y te beso…
y así recorro las calles-vericuetos
en busca de lo que sé que no está.
He puesto dos gotas de loción
pretextando una cortada
que al afeitarme ocurrió...
Pero esconde sólo las ganas
de que al abrazarme en la noche
notes que tengo lindo olor…

Además mi camisa es nueva
(La compré porque sé que te gusta el negro)
Y a mí me gusta lo tuyo
Miro mi reloj que pulí con esmero
Por si acaso te interesa saber,
las horas que son antes de volver…
Y mis calcetines nuevos
se bajan un poco en el tobillo
y me molestan la planta del pie al caminar
¿Por qué no estás?...
¿Para detenerme y que sepas
que me he vestido para ti?...

Pero no estás...
Compré una rosa en el camino
y una tarjeta que dice cosas bonitas
Y que te pienso entregar
sólo cuando nos despidamos
al abrigo del farol de barrio.
Con la mezcla de nuestra saliva
con sabor a menta y sherry...
y un poco de vergüenza...

Porque sin duda te pediré la noche
Y tú dirás que tienes que volver
Y yo: –Bueno, ¡Anda pues!
Y te veré alejarte y perderte
entre las mortecinas luces que te traguen.
¡Y mascando de súbito la pastilla,
la furia de tu ausencia…
me arrancará un dolor de muela
y alguna que otra caries más!...

Si por lo menos supiera cómo hacer
para evadir a esos malditos
que me esperan al doblar una esquina
Y que entre burlas me rodean...
Y el más maldito de ellos extiende la mano...
Y yo entrego dócilmente tarjeta y rosa,
las pastillas, cincuenta pesos, los cigarros,
y unas ganas inmensas de llorar...

Porque no estás... 





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

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