Sin prisas, respiro tu recuerdo,
retozo en las pinceladas
que dejaste por la piel.
Lentamente motivas
mis fantasías
y beso a la almohada.
De pensar en tus labios,
lento bebo de tu aroma
en mis poros.
Inverosímil parece
que vivo de tu incienso
pero llena mi vida pausadamente.
Te filtras por los rincones de mi ser
adhiriéndote lento,
en esa locura de amarte.
Y no me pesa ser incondicional
a tus arrebatos, porque amarte
es el mar donde nacen mis deseos.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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