Conjuguemos todos los verbos,
esos que me hacen reposar
entre cielos matizados de luz
y me hacen peregrina de tus ojos.
Conjuguemos el verbo enamorar,
entre suaves murmullos
que claman en el silencio,
y miradas del fuego del amor.
Conjuguemos el verbo amar,
entre manos y labios que destilan
lluvia de dulces caricias y besos,
que hacen volar a las entrañas.
Conjuguemos todos los verbos,
esos que hacen de nuestras vidas,
un paraíso de gratas
sorpresas,
haciendo del hastío,
toda una fiesta.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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