Seré el jinete que cabalgue tu montura
será mi miembro como espuelas en tu sexo,
que las bridas sean mis brazos
que se afinquen en tu cintura
y llevarte cabalgando el camino a la locura.
Tus orgasmos serán grandes truenos
y los míos como rayos surcando el cielo
cabalgando por los
montes y los ríos
llenaremos la tierra con nuestros besos.
Te amaré tanto y tanto
que en mis brazos volaras cual paloma
y en mis caricias hallaras el consuelo
con mi espada guardada en tu sexo.
En tu cuerpo sembrare mis encantos,
con los besos de mi boca.
En mi pecho pondrás
esperanzas
y las letras del más tierno verso
tu esperanza será
mi esperanza
y tu boca será mi
boca,
tus senos serán mis montañas
y yo el que la escale desde tu fosa.
Sembraré tu cuerpo de amapolas,
dibujando con mis labios en tu piel
los botones de las más bellas rosas,
pintaré tus encantos femeninos
y los hare mariposas.
Cubriré toda tu piel de perfumes de jazmines
y de tiernas margaritas
y bajare de tu pelo
hasta tu sexo
para embriagarme
de todas sus delicias.
Te llenare de besos, abrazos y caricias
Bañádandote con saliva de mi boca
y la carne de tu
cuerpo será delicia
y tu sangre la
sangre más fogosa.
Embriagados estamos ya de sexo,
los espasmos se repiten con locuras,
tus gemidos hacen
eco en mis oídos
y tu lengua se revuelve ya en mi boca
tus suspiros me
anuncian tu llegada...
!Y LOS DOS,APRETADOS,NOS DORMIMOS!
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
¡ Bella poesía! Pasional e impecable!
ResponderEliminar