viernes, 26 de enero de 2018

UNA COPA DE VINO.

El poeta ama la noche oscura donde extraña los besos de la mujer lejana,
No pediré tocar nada de tu cuerpo frágil y atormentado,
En voz baja susurra tu nombre cuando termina el día ardiente de verano,
No me contarás tus historias tristes, donde hubo amores lejanos.

Del cofre de los recuerdos, sacarás un vino añejó para compartirlo conmigo,
Al  abrirlo mencionarás los sueños alegres y sexuales que tuviste a mi lado,
En cada copa de cristal que bebas, en el fondo me verás acongojado
Al moverse el vino de un lado a otro perfumara tu recinto.

Recuerda que una mañana fresca me dijiste: ven, te invito un café,
Con la mirada te agradecí y callado me quedé,
Que podría decirte en pocas palabras el silencio también habla,
Te tocaba sin tocarte, te abrazaba sin abrazarte, te besaba sin besarte.

Qué diría tu cuerpo cuando me estaba volviendo a conocer

Quizás un poco de más de vino tinto cuando me invites otra vez a tu casa. 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

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