En aquella playa,
donde nos vimos por última vez.
Allí deje una risa, olvidada,
Y todos los besos y abrazos que no nos dimos,
se quedaron allí dormidos.
Muy cerca del embarcadero,
en una barca abandonada.
En las noches refulgentes o no, de luna.
Suelo soñar contigo, volviendo a ser niños.
Recojo la risa, despierto besos, abrazos.
Y un viento que es mi amigo,
con gesto cómplice,
nos acuna, meciéndonos, dentro del navío.
Un día de estos,
a ese viento amigo,
le pido que sople,
que sople muy fuerte,
llevándonos lejos,
o tal vez muy cerca,
si eso da lo mismo.
Con tal de que sea,
un lugar de ensueño,
un lugar distinto.
Donde los niños, si puedan ser niños,
Sin guerras, sin odios, sin egoísmos.
Y cuando despierte,
Bajo los álamos,
o en
cualquier puente.
Tú
estés conmigo.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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