¡Tú, mujer, si tú! la que no puede quererme
y para consolarme me das copias de ti
instantes, momentos, retratos, sombras,
de tu amor
todas tan parecidas a ti, pero sin amar
vivo de ti y sin ti
tus copias me quieren,
me acompañan, tomados de la mano
vagamos por los laberintos de caricias y besos
por los hielos flotantes
por los senderos de tu piel,
por los espasmos de tu vientre
por el borde de tus labios
entrándonos por el juego de la pasión
siempre hablando de nosotros, y de ti
cada copia me dicen:
no somos el amor de ella,
pero ¡si tu vieras que tan iguales somos!
que brazos largos y cálidos
que labios duros tienen, si como tu
por fingir que me quieres
me abrazan y en besan,
yo vivo entre sombras, entre sombras
de carne tibias, bellas
con tus ojos , tu cuerpo
tus besos, si con todo
lo tuyo... menos tú…
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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