Flores desiertas en la primavera,
yacen en penumbras claras,
los tulipanes en ocaso de primera,
en que jactan los corazones abiertas,
son los tulipanes que crecen a viva voz,
cuando no ciegan en la hoz,
una semilla pura y clandestina,
y brilla la inocente agua cristalina,
son los tulipanes de color,
que viven a insistencias del amor,
y se enamoran una vez más,
las gentes por clamor a su olor por demás,
flores entre los cencios del día,
se abastecen de mieles con algarabía,
las abejas de rico y potente néctar,
que alimentan a los corazones por amar…
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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