Verte en esa fotografía,
Atrapada en un vidrio,
Se remonta ese día,
Cuando me sonrió.
Cuando me saludas tan cándida,
Yo te lleno de abrazos,
Tú me dices que todo con medida,
Si son de darnos besos.
Pero, una mañana, te vi.
Deje un prodigio, con rosas,
Te alegraste tanto que me conmovió,
Que quise no presentarme.
No fue más, que mi salud muy tachada,
Estaba empeorando tan rapido.
Que quise que mis labios te besara,
Pero esta vez, me
quedo sin tu sabor.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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