Los besos llegan a escondidas
por debajo del silencio de la noche,
te desnudas con las caricias de una brisa
fantasmal del deseo
mi mirada termina
donde comienza tu vuelo
tu piel arde, tiembla
abrazando mis sentimientos
te vas entrando en mi alma
derramándote por mis ojos
apoderándote de cada poro de mi piel
de cada suspiro de mi corazón
de cada callejón de mi cuerpo
por cada caricia abandonada de tu piel
estás aquí dentro de mi alma
escondida en cada sueño
dominando tu reino
en cada bocanada del aroma de tu piel
en cada latir de los labios
que van al encuentro de mi boca
vas dibujando frontera en mi piel
pinceladas de dulce roces de tus dedos
no me quiero ni deseo salvarme
pero el reloj da las doce campanadas
dejándome nuevamente huérfano
de tu cuerpo, de tus caricias,
de tu amor saltas libre fuera de mí,
escapas bajo una noche estrellada
te vas filtran dote entre mi mirada
escondidamente entre las sombras
frías húmeda de mis ojos
vuelvo a dejarte en el viento
y yo vuelvo a mi prisión
de soledad....esperando
que una mañana
te quedes entre mis brazos hasta el alba.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
No hay comentarios:
Publicar un comentario