Por fin se atrevió a pasar
el viento por entre las ramas
eran tan lúgubres los árboles pelones
que parecían emular a fantasmas,
pero el viento tomó valor
quería ir a las montañas
más de pronto se encontró
con una jovial Jacaranda.
Pero, ¿Cómo es que así en invierno,
por qué tan hermosa floreaba?
El viento al ver su color
de pronto se enamoraba,
ya no quiso atravesar
quedó atorado en sus ramas
y a las flores todas lilas
con amor acariciaba.
Salí a buscar libertad
y así me pasó una mañana
porque estando esperando al amor
a mi puerta no tocaban.
Más de pronto ella pasaba
la miré y me miró
y esto he visto en su mirada:
había en sus ojos amor
y a su puerta no tocaban,
ella salió a caminar
deseando que la encontraran.
No llegaré a las montañas
pues no quiero independencia
ya me atoré entre sus brazos
ya acaricié su belleza;
qué decir de que es frondosa
y de todas es la reina,
vale la pena soñar
pero atiende esta conseja:
si te invade soledad
busca al amor allá afuera.
Hoy camina de mi lado
y a su lado siento al viento
juntos vemos las montañas
como están en movimiento;
y no es solo un pensamiento,
el amor no es cuatro letras
tiene el poder de la fe
y de esperanza en pareja,
hoy no hablaré del dolor,
hoy… ¡No cupo en mi poema!
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
No hay comentarios:
Publicar un comentario