Hay una casa junto al lago
allí donde el agua parpadea
sacando hermosos reflejos
se miran los árboles curiosos
en el profundo espejo
centinelas que se duermen
en las orillas del silencio
hay un monumento de madera y piedra
corta el aire hasta el aliento
un resplandor que brilla y ciega
un muelle junto a una barca
que parece que el tiempo espera
y un camino hecho de grava
serpentéa hasta la escalera
idílico paisaje donde el alma se recrea
un columpio que se mece
al compás de la marea
aquí el corazón envejece
entre el verdor de la hierba
luces de mil colores brillan
en un cielo sin estrellas
mirando tan bello paisaje
la Creación de Dios abre sus puertas....
Donde gotea la razón
de las miradas inquietas
desde el balcón de la vida
saco yo páginas para mi libreta
de tan bello paisaje
¡Ay quien fuese poeta...!
para retratar en mi alma
la hermosura de la tierra
de unas manos cansadas
de las amarguras ajenas
dando pinceladas al viento
¡Ay quien fuese poeta...!
para adornar los corazones
que rebosan de pena...
Allá en el horizonte
se ve una luz que parpadea
llenando de mil colores
la estampa de la tierra
y una casa junto al lago
donde se mira la belleza
el símbolo del amor
un presente de la Creación
de una eterna primavera....
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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