Vive la llama en nuestros cuerpos, así como el
placer se hace notar; así tan ardiente como el calor de sol, ha fuego vivo y
extremo, viven en mi malos pensamientos, como por ejemplo en que parte de la
casa te quisiera tocar.
Se expande el deseo jugoso de tus bragas, tan
húmedo y delicado que muero por saciar, por sentir y por calmar, por viajar en
las nubes y estrellas, por presenciar el placer de tu cuerpo y calmar ese calor
tan severo que es tan fuerte como el estallido de un volcán.
Como el calor del Sol mi cuerpo quema, como
llamaradas estas por presenciar, así de explosivo se vuelve el entorno, cuando
encima o a un lado de mi tu estas.
Llevo incrustada la inicial de tu nombre,
llevo en la vida nuestro momento en la intimidad, llevo a donde me vaya algunos
de nuestros besos, esos que me encienden y re encienden la vida, así como el
sol cuando está por iniciar.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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