jueves, 13 de febrero de 2020

UNA SONRISA DE OREJA A OREJA.

Hay una tristeza muy dentro de mí
luchando por impedir que sea feliz,
trato de evitarla con el pensamiento
trato de evitar que llegue a mis ojos,
para que lo salado no inunde mi mirada,
para no tener que esconder mi cara...
                               
Hay tristezas que no necesitamos vivir,
que no las necesitamos para avanzar
y sin embargo vienen y te alcanzan
y te obligan con ellas a convivir,
dejándonos este amargo sabor
curvando nuestra alma con puro dolor...

Quiero que mis penas besen el olvido
para que mi tristeza por fin descanse,
cerrar mis ojos por algunos instantes
y creer que lo malo ha desaparecido...

Si se pudieran deshojar las huellas del tiempo
cómo hacemos con las del calendario,
cortarlas y arrojarlas a la basura
para que las podamos fácil olvidar…

Esperaré la caída de la noche
para que disimule mis huellas,
que el cielo se vista de luces
dormirme bajo las estrellas,
que al otro día encuentren mi cuerpo
y en mi cara,
una sonrisa de oreja a oreja...


No reflexiones mi poesía...vívela



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

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