A mi amiga Margarita Schaerer, Gracias por tu
apoyo a que siguiera escribiendo tan lindo. Tú me has inspirado con tus escritos.
Aquella tarde fue hermosa.
Trenzados en sonrisas, paseamos con un mismo
latido.
Hasta qué .. Sin saber por qué.
Se hizo el silencio entre los dos.
Poco a poco te fuiste apagando.
Me giré. (buscando tu mirada)
Tus ojos coloreados siempre de alegría
se habían apagado.
Por primera vez te abracé, estabas tan
abatida...
Te desplomaste bajo mi mirada
rompiendo a llorar.
Te abracé.
Sentí cada uno de tus átomos entre mis brazos.
Entraste como el agua entre las rocas...
Fluyendo dentro de mí.
El tiempo se paró,infinito y eterno.
Fué el éxtasis de un deseo
desbordado por la espera.
Mi manos besaron tu cara.
Recogiendo tu pelo.
Solo existimos nosotros.
Nadie más.
Vencimos nuestros miedos.
Sumando todos los momentos,
deteniéndonos en aquel instante.
Era el resultado mágico
de nuestro encuentro.
Nos besamos
desesperadamente.
Enredados con la misma pasión
Con la excitación
Lúcida del amor.
Desde entonces.
Recorres mis adentros.
Mi memoria está
En tu piel, en tu cuello.
en tu pelo.
En cada una de tus moléculas.
Me siento completo
besando tu cuerpo.
Acariciando tus labios.
Poseyendo tu cintura.
Me gusta llevarte al paraíso.
Disfruto cuando cierras tus ojos.
Cuando por sorpresa me miras
Y sonríes.
Eres mi todo y mi nada.
Eres el átomo que me faltaba.
Eres el agua que refresca
mis arroyos.
El deseo cumplido
de llegar a la cumbre
Y respirar el cielo.
No hay versos
que callen tu mirada.
Ni estrofas
Qué te definan.
Eres poesía.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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