En uno de mis sueños
me encontraba caminando
por los estrechos senderos
de un jardín de hermosas flores,
cuando
de pronto me encontré
con una hermosa fuente.
Al centro había una cascada,
a los costados
y sobre húmedas rocas
varias sirenas de pechos desnudos,
eran tan bellas que parecía
un paraíso perdido
que allí nacía un hermoso Arco Iris
que irisaba con una lluvia de colores.
Cada mañana la aurora regaba
las
plantas del parque
con agua del paraíso
con una lluvia de colores.
Las flores brotaban alegres
bellas y lozanas
buscando un amor a quien querer.
a quién entregar sus delicadezas
Una mañana al caminar
por los senderos del jardín
encontré una flor exótica
y para conquistarme
exhaló
su fragancia
y me pidió que no la dejara sola.
Que no la abandonara.
Que ella era el amor
Que yo tanto esperaba.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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